El reciente Informe Mundial sobre la Calidad del Aire 2024, elaborado por la empresa suiza IQAir, arroja cifras preocupantes sobre la situación de la contaminación del aire en Chile. Este país se posiciona en el puesto 62 de 138 naciones, lo que lo coloca entre los más contaminados de América del Sur y el Caribe, especialmente en lo que respecta al material particulado fino (PM2.5).
De las 15 ciudades más contaminadas de la región, seis corresponden a Chile: Coyhaique, Pitrufquén, Nacimiento, Victoria, Osorno y Padre Las Casas. Estas urbes enfrentan niveles alarmantes de polución, que se deben principalmente a la quema de combustibles fósiles, leña, la deforestación y emisiones vehiculares. Además, los incendios forestales y las industrias extractivas contribuyen a esta crisis, que se ve agravada por los efectos del cambio climático.
A pesar de que la concentración promedio anual de PM2.5 en el país ha mostrado una ligera disminución, pasando de 18.8 μg/m³ en 2023 a 16.6 μg/m³ en 2024, estas cifras siguen superando ampliamente el límite recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que establece un máximo de 5 μg/m³ para la calidad del aire.
En un esfuerzo por mitigar la situación, las autoridades han implementado varias restricciones en la región metropolitana. Por ejemplo, se prohíbe el uso de calefactores a leña, salvo los de pellets, en la provincia de Santiago y en las comunas de San Bernardo y Puente Alto. Además, hay una restricción permanente para vehículos sin sello verde dentro del Anillo Americano Vespucio y limitaciones específicas para motocicletas y camiones, que deben cumplir con ciertos estándares de emisiones.
En cuanto a las recomendaciones para la población, se aconseja el uso de mascarillas, especialmente para grupos vulnerables como adultos mayores, niños, mujeres embarazadas y personas con enfermedades crónicas. También se sugiere preferir el transporte público o compartir vehículos, así como mantener los autos en óptimas condiciones, lo que incluye cumplir con las revisiones de gases y cambiar el aceite del motor en fechas adecuadas.
El Índice de Calidad del Aire de Chile, que clasifica la calidad del aire según el material particulado respirable (MP10), ha establecido varias categorías. Un valor de 0 a 99 indica una calidad de aire buena, mientras que un índice de 500 o más señala una emergencia ambiental. Este sistema busca alertar a la población sobre el estado de la contaminación y las medidas que deben adoptarse, especialmente en días críticos.
Entre las recomendaciones específicas, se menciona la importancia de utilizar leña seca, con menos del 25% de humedad, y adquirirla solo de comerciantes autorizados. Se insta a la población a evitar la quema de hojas y basura, así como a realizar un mantenimiento adecuado de los calefactores, asegurando su eficiencia y disminuyendo la contaminación que generan.
La situación en Chile es un recordatorio de la necesidad urgente de adoptar políticas más efectivas para mejorar la calidad del aire y proteger la salud de sus ciudadanos. Con la contaminación del aire como un problema creciente, es imperativo que tanto el gobierno como la población se comprometan a implementar prácticas más sostenibles y a cumplir con las normativas establecidas.
La crisis de la calidad del aire no solo afecta la salud pública, sino que también tiene implicaciones para el medio ambiente y el bienestar general de la población. La responsabilidad recae en todos, desde las autoridades hasta cada individuo, para asegurar un futuro más limpio y saludable.
