Nuevos reportes confirman que el calentamiento global tiene el potencial de duplicar los casos de dengue en México y otras regiones vulnerables, lo que plantea una seria amenaza para la salud pública. Un estudio reciente, publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), estima que los casos de dengue podrían incrementarse hasta un 76% en países de Asia y América hacia 2050 debido al cambio climático, lo que representa millones de infecciones adicionales anuales.
El análisis, realizado por investigadores de la Universidad de Stanford, la Universidad de Harvard y otras instituciones, muestra que el aumento de la temperatura está vinculado directamente a la proliferación del dengue en gran parte del territorio. Según el estudio, el 18% de los casos en 21 países analizados entre 1995 y 2014 se atribuyen a efectos del cambio climático, equivalentes a más de 4.6 millones de infecciones adicionales cada año.
La investigación revela que la transmisión del dengue alcanza su punto máximo en condiciones que rondan los 27.8°C, lo que proporciona un entorno favorable para la reproducción de los mosquitos portadores. Las regiones más frescas experimentan un aumento significativo en la incidencia de la enfermedad a medida que la temperatura se incrementa, mientras que en áreas ya cálidas, la tasa de infección tiende a disminuir ligeramente después de alcanzar ese umbral óptimo.
Las proyecciones del equipo indican que, dependiendo de los escenarios de emisiones de gases de efecto invernadero, la incidencia del dengue podría aumentar entre 49% y 76% hacia 2050 si las condiciones actuales persisten. En particular, se estima que numerosas áreas templadas en países como México y Brasil, que albergan a más de 260 millones de personas, podrían ver un incremento en los casos de dengue que supere el doble de los niveles actuales.
“Los efectos de la temperatura fueron mucho mayores de lo que esperaba. Incluso pequeños cambios de temperatura pueden tener un gran impacto en la transmisión del dengue”, afirmó Marissa Childs, autora principal del estudio y profesora en la Universidad de Washington. Asimismo, Erin Mordecai, co-autora y profesora en Stanford, destacó que este análisis permite separar el calentamiento de otros factores que influyen en la transmisión del dengue, subrayando que no se trata de un cambio futuro hipotético, sino de un sufrimiento humano que ya está ocurriendo.
El equipo de investigación recopiló más de 1.4 millones de registros sobre la incidencia de dengue en 21 países de América Central, América del Sur, y el sudeste y sur de Asia entre 1995 y 2014. Los datos reflejan tanto incrementos epidémicos como niveles de transmisión sostenidos de la enfermedad, permitiendo a los científicos calcular que el 18% de las infecciones en el periodo estudiado se debe al calentamiento global.
Este estudio alerta sobre la posibilidad de brotes de dengue en lugares no habituales, incluyendo California, Texas, Hawái, y Florida, lo que sugiere una expansión del mosquito portador. La investigación enfatiza la necesidad de implementar políticas públicas efectivas para mitigar el avance del dengue, incluyendo el fortalecimiento de la infraestructura sanitaria y la mejora en los sistemas de control de mosquitos.
Con el incremento previsto en las infecciones, los expertos advierten que es crucial actuar ahora. “El cambio climático no solo afecta el clima, sino que tiene consecuencias en cadena para la salud humana”, concluyó Mordecai, subrayando la urgencia de preparar a los sistemas de salud para enfrentar el aumento de la transmisión de dengue en las próximas décadas.