En un acto conmovedor que destaca la resiliencia y memoria de los mexicanos, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, encabeza esta mañana la ceremonia de izamiento de bandera en el Zócalo de la Ciudad de México. Este evento está dedicado a honrar a las víctimas de los sismos de 1985 y 2017, recordando la tragedia que afectó a miles de familias en el país.
La ceremonia, que se desarrolla en un ambiente de solemnidad, busca no solo recordar a los caídos, sino también fortalecer el espíritu de unidad y solidaridad entre los mexicanos. Sheinbaum, quien ha enfatizado la importancia de la memoria colectiva, expresó en su discurso:
“No olvidaremos a quienes perdieron la vida; su memoria vive en nuestra lucha diaria por un país más fuerte.”
Este homenaje se lleva a cabo en el marco de las conmemoraciones anuales que se realizan para recordar estos trágicos eventos, que dejaron una huella indeleble en la historia de México. La presidenta invitó a todos los ciudadanos a reflexionar sobre la importancia de la prevención y la preparación ante desastres naturales.
En el Zócalo, miles de personas se han reunido para participar en esta ceremonia, que simboliza la esperanza y la fortaleza del pueblo mexicano. La convocatoria ha generado un fuerte impacto emocional, recordando a cada uno de los que sufrieron en esos días fatídicos.
La ceremonia de izamiento también incluye la participación de diversos grupos comunitarios y organizaciones de socorro, quienes han trabajado incansablemente para mejorar las condiciones de seguridad y respuesta ante emergencias en el país. Este año, el evento cobra especial relevancia, ya que se cumplen más de tres décadas del sismo de 1985 y la quinta conmemoración del de 2017.
Los ciudadanos son invitados a permanecer atentos a futuras actividades conmemorativas y a participar en los programas de prevención que se están desarrollando en diferentes partes del país. La historia de resiliencia y recuperación de México sigue viva, y este homenaje es una clara muestra de ello.
El acto de hoy no solo es un recordatorio de lo que se ha perdido, sino también una celebración de la fortaleza y la unidad del pueblo mexicano ante la adversidad. La presidenta Sheinbaum reafirma su compromiso con la memoria y la reconstrucción del país de la mano de su gente.