Conagua libera agua de la presa La Boca y la envía a Tamaulipas pese a saturación
La Comisión Nacional del Agua (Conagua) realizó un nuevo desfogue controlado de la presa La Boca, ubicada en el municipio de Santiago, Nuevo León, luego de que su almacenamiento superara el 100 por ciento y alcanzara un nivel de 108.08% de su capacidad.
El excedente de agua se envió directamente a la presa Marte R. Gómez en Tamaulipas, una medida urgente para proteger la infraestructura hidráulica y evitar riesgos en comunidades ribereñas de la región. Sin embargo, la presa de destino ya se encuentra saturada, con un almacenamiento al 100% de su capacidad.
Desfogue a tasa controlada para seguridad
Conagua confirmó que el vertido de agua desde La Boca se efectuó a una tasa controlada de 29 metros cúbicos por segundo bajo estrictos protocolos de monitoreo y comunicación permanente con autoridades locales. La dependencia garantizó que esta acción no representa un riesgo inmediato para las poblaciones cercanas.
Personal técnico mantiene vigilancia constante sobre ambas presas para ajustar el manejo del agua según las condiciones meteorológicas que se presenten en las próximas horas y días.
Beneficios pero también riesgo de nuevos desfogues
El movimiento hidráulico se considera esencial para beneficiar a comunidades agrícolas y urbanas del norte de Tamaulipas, donde los niveles de almacenamiento habían permanecido bajos tras años de estrés hídrico.
No obstante, dada la saturación total de la presa Marte R. Gómez, existe la posibilidad de que en breve se requiera realizar desfogues adicionales en esa zona, una situación que Conagua aún no ha confirmado oficialmente pero que podría generar alarma en las áreas ribereñas.
Autoridades llaman a la precaución y vigilancia
“Este operativo se realiza con monitoreo constante y comunicación con autoridades locales, sin riesgo inmediato para la población,” indicó Conagua.
Las autoridades invitan a la población a mantenerse informada a través de canales oficiales y a seguir las recomendaciones ante posibles modificaciones en las condiciones hidroclimáticas de la región.
Este control hidráulico en La Boca marca una nueva etapa en la gestión de agua en el noreste de México, con impactos directos en la seguridad de comunidades y producción agrícola, mientras el país enfrenta retos por fenómenos meteorológicos y condiciones hidrológicas extremas.
