Nuevos reportes confirman que consejeros universitarios de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) se deslindaron de las intenciones de Antorcha Campesina de tomar las instalaciones en protesta por los resultados de la reciente elección del rector, donde resultó ganadora Lilia Cedillo Ramírez. Este desarrollo se produjo el 11 de septiembre, durante una asamblea en la explanada de la rectoría en Ciudad Universitaria, donde estudiantes discutían el proceso electoral y rechazaban la convocatoria de un grupo que pedía un paro estudiantil.
Mientras algunos estudiantes impulsaban la idea del paro, la mayoría ignoró la propuesta, evidenciando la división entre los alumnos. Fuentes de diversas facultades confirmaron que el grupo que promovía la toma de instalaciones está vinculado a Antorcha Campesina, una organización que ha sido criticada por su relación con el Partido Revolucionario Institucional (PRI).
La comunidad de la BUAP, incluyendo estudiantes de Ciencias Políticas y Sociales, rechazó la solicitud de paro, argumentando que ya existen acuerdos con la rectoría que deben ser cumplidos. Un comunicado de la asamblea universitaria enfatizó que el único acuerdo alcanzado fue una movilización en conmemoración del 57 aniversario de la represión del 2 de octubre.
Posteriormente, tras el anuncio de que la sesión del Consejo Universitario del 12 de septiembre se llevaría a cabo de manera virtual, se publicó una convocatoria en la cuenta de Instagram “paro2025_” para realizar un paro total a las 9 de la mañana. Sin embargo, diversas unidades académicas y consejeros universitarios se apresuraron a rechazar esta medida, subrayando que no es el momento adecuado para movilizarse.
Algunas facultades, como Administración, Computación, Psicología y Arquitectura, emitieron comunicados claros sobre su oposición a la toma de instalaciones, destacando su compromiso con la unidad estudiantil y el cumplimiento de acuerdos previos tras un paro que culminó en mayo.
Este conflicto destaca la tensión actual en la comunidad universitaria de la BUAP, donde el clima de descontento por el proceso electoral se mezcla con la influencia de organizaciones externas y las voces de los estudiantes que buscan una representación efectiva y respetuosa dentro de su institución. ¿Qué sucederá a continuación? La situación sigue desarrollándose y las reacciones de la comunidad universitaria podrían cambiar rápidamente en las próximas horas.