Este lunes, Corea del Sur y Estados Unidos dieron inicio a sus maniobras conjuntas de verano, conocidas como Ulchi Freedom Shield (UFS), en un formato fragmentado que busca mostrar un gesto conciliador hacia Corea del Norte. Esta decisión responde a la nueva política de diálogo implementada por el presidente Lee Myung-bak, quien asumió el cargo con la intención de mejorar las relaciones con su vecino del norte.
Unos 18,000 soldados surcoreanos participarán en estas maniobras, lo que representa una cifra similar a la del año pasado, cuando se movilizaron aproximadamente 19,000 efectivos, según informó el Estado Mayor Conjunto (JCS). Las actividades se llevarán a cabo durante once días, concluyendo el 28 de agosto, e incluirán simulaciones de mando y maniobras con fuego real, enfocándose en escenarios de amenaza.
Reducción de tensiones
Como parte de sus esfuerzos por disminuir las tensiones con Pyongyang, Corea del Sur ha decidido posponer alrededor de la mitad de los 40 ejercicios de entrenamiento planeados hasta septiembre. Esta estrategia busca facilitar un acercamiento que ha sido difícil de alcanzar. Sin embargo, el régimen norcoreano ha mostrado resistencia a cualquier diálogo, manteniendo a Corea del Sur en la categoría de “enemigo”.
La hermana del líder norcoreano, Kim Yo-jong, ha rechazado las propuestas de diálogo, mientras que el ministro de Defensa de Corea del Norte, No Kwang-chol, advirtió que el país podría adoptar contramedidas si se produce un “cruce de líneas” durante las maniobras. La postura de Corea del Norte es de desconfianza, considerando estas actividades como simulacros de invasión a su territorio.
Antes de que comenzaran las maniobras, el ejército norcoreano realizó ejercicios de artillería como muestra de fuerza. Las autoridades de Corea del Sur y Estados Unidos defienden que la naturaleza de estos ejercicios es puramente defensiva y no busca provocar a su vecino del norte.
Ejercicios de defensa civil
Simultáneamente a las maniobras militares Ulchi Freedom Shield, se llevará a cabo un ejercicio de defensa civil que durará cuatro días, con el objetivo de simular la respuesta a ataques con drones y ciberataques. Durante este ejercicio, se movilizarán aproximadamente 580,000 civiles, lo que refleja la magnitud de la preparación ante posibles amenazas.
Además, se programará un ejercicio antiaéreo de defensa civil a nivel nacional el 20 de agosto, como parte de las actividades que buscan fortalecer la seguridad y la preparación ante eventuales agresiones. La situación en la península coreana sigue siendo tensa, y estas maniobras son un claro ejemplo de la complejidad de las relaciones en la región.
