ACTUALIZACIÓN URGENTE: Una demanda presentada en un tribunal federal de Washington revela que migrantes fueron retenidos con camisas de fuerza durante 16 horas en un vuelo hacia Ghana, donde enfrentaron condiciones inhumanas. Este vuelo, ocurrido el 5 de septiembre, involucró a pasajeros que estaban esposados y solo recibieron pan y agua.
Los demandantes, cinco migrantes de África Occidental, denuncian que fueron despertados en medio de la noche sin información sobre su destino hasta horas después de despegar en un avión de carga militar estadounidense. En Ghana, han permanecido en el Dema Camp, un centro de detención al aire libre con condiciones precarias y rodeados de guardias militares armados.
La denuncia fue presentada por abogados de Asian Americans Advancing Justice, quienes piden que se detengan las deportaciones a sus países de origen. Aseguran que estas prácticas violan las sentencias de jueces de inmigración estadounidenses y la ley de inmigración, ya que muchos de los migrantes no son originarios de Ghana y enfrentan un riesgo inminente si son enviados de regreso a sus naciones.
La situación se agrava con la llegada reciente de 14 deportados a Ghana, que se han convertido en parte de una controversia legal sobre la deportación de migrantes a países donde se ha determinado que su vida podría estar en peligro. El presidente de Ghana ha confirmado estas deportaciones, que han sido criticadas por abogados y organizaciones de derechos humanos.
Los demandantes, cuyas identidades son mantenidas en secreto, son principalmente de Nigeria y Gambia. Uno de ellos ya ha sido deportado a Gambia, donde se encuentra escondido tras expresar su temor de regresar. La denuncia destaca que la administración Trump ha intensificado sus esfuerzos para deportar a migrantes, a menudo sin tener en cuenta el riesgo que corren en sus países de origen.
El Departamento de Seguridad Nacional y el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos no han respondido a las solicitudes de comentarios. Este caso subraya las crecientes tensiones sobre las políticas de inmigración de Estados Unidos y los efectos devastadores que tienen sobre los migrantes vulnerables.
Se espera que la situación de estos migrantes cambie en las próximas horas, ya que cuatro de ellos enfrentan la posibilidad de ser deportados inminentemente. La comunidad internacional observa con atención el desenlace de este caso, que podría sentar un precedente sobre el tratamiento de migrantes en vuelos de deportación.
Los abogados de los migrantes enfatizan que su situación no solo es una violación de derechos humanos, sino que también refleja una política de deportación que ignora las necesidades básicas y el bienestar de las personas afectadas. El futuro de estos migrantes, atrapados entre políticas de inmigración y derechos humanos, sigue siendo incierto.