El sargazo se ha convertido en un tema de creciente preocupación en las costas yucatecas, donde su arribo masivo presenta desafíos significativos para la recolección, manejo y aprovechamiento. Durante el Foro de Innovación Tecnológica Aplicada al Sargazo, celebrado recientemente en el Tecnológico del Software en Yucatán, expertos en la materia compartieron sus perspectivas sobre cómo enfrentar este fenómeno que afecta no solo al Caribe mexicano, sino a toda la región caribeña.
La maestra Karla Azcorra May, investigadora del Centro de Investigaciones de Yucatán (CICY), destacó que uno de los principales retos es la recolección de los volúmenes de sargazo que llegan al mar. Según sus estimaciones, en diferentes años se han registrado hasta 20 millones de toneladas de estas algas distribuidas en una vasta región geográfica. Este volumen significa un desafío considerable para las playas, ya que la maquinaria utilizada para la recolección puede causar erosión y otros daños ambientales.
Azcorra May subrayó la importancia de considerar el lugar y la forma en que se recolecta el sargazo, ya que esto influye en su potencial de uso. Para aplicaciones específicas, como alginatos o fucoidanos, es fundamental que la recolección se realice en condiciones óptimas de frescura. Sin embargo, actualmente México carece de la infraestructura necesaria para llevar a cabo una recolección efectiva en el mar, lo que limita las posibilidades de aprovechamiento de este recurso natural.
El doctor Gonzalo Canché Escamilla, también del CICY, agregó que las características del sargazo pueden variar de un año a otro, afectando su composición en términos de metales, carbohidratos, alginatos y fucoidanos. Este fenómeno requiere que los procesos productivos se adapten continuamente para maximizar el aprovechamiento del material recolectado. “Hay aplicaciones que requieren un grado específico de humedad y otras que necesitan un secado adicional”, explicó Canché Escamilla, enfatizando la necesidad de un enfoque integral en el manejo del sargazo.
La sostenibilidad es otro aspecto crucial en el desarrollo de aplicaciones a partir del sargazo. El doctor Manuel Sacristán de Alva, de la Unidad de Química en Sisal de la Universidad Nacional Autónoma de México, mencionó que la falta de infraestructura para recoger el sargazo es uno de los obstáculos más significativos. “Para que la industria privada se involucre, es necesario realizar un estudio tecnoeconómico que evalúe la viabilidad de extraer valor de esta alga”, afirmó.
La variabilidad en los arribazones de sargazo también presenta complicaciones adicionales. Según Sacristán de Alva, es probable que no toda la biomasa recolectada pueda ser utilizada de inmediato en la biorrefinería, lo que implica la necesidad de almacenamiento. “La capacidad de la planta será determinante para manejar esta situación”, agregó el experto.
Además de los retos técnicos, los especialistas destacaron la importancia de desarrollar un marco normativo que facilite la inversión y el desarrollo de tecnologías para el manejo del sargazo. La implementación de soluciones innovadoras podría transformar este problema en una oportunidad económica, generando empleo y fomentando la sostenibilidad ambiental.
El camino hacia una recolección y manejo eficiente del sargazo en Yucatán está lleno de desafíos, pero también de posibilidades. La colaboración entre investigadores, el sector privado y el gobierno será clave para abordar este fenómeno de manera efectiva y sostenible. A medida que se desarrollen nuevas tecnologías y enfoques, el potencial de las algas podría convertirse en una valiosa fuente de recursos, siempre y cuando se maneje con responsabilidad y visión a largo plazo.