Autoridades arqueológicas revelan un descubrimiento sin precedentes en Tabasco: Aguada Fénix, una enorme plataforma construida entre el 1000 y 750 a.C., emerge como el monumento preclásico más antiguo en la zona y la primera representación en gran escala del cosmos que precedió a la civilización maya.
Recientemente, el Proyecto Arqueológico Usumacinta Medio, coordinado por los expertos Takeshi Inomata y Daniela Triadán de la Universidad de Arizona, presentó avances claves sustentados en tecnología LiDAR que permitieron mapear una plataforma de 1,400 metros de largo por 400 metros de ancho y 10 a 15 metros de altura, oculta bajo la selva en la frontera sur de México con Guatemala.
La plataforma forma un cosmograma de 9 por 7.5 kilómetros, una estructura comparable en tamaño o mayor que grandes ciudades mesoamericanas posteriores como Tikal y Teotihuacan. Este diseño materializa el orden del universo en espacio y tiempo, y centra su punto medio en el llamado Grupo E, donde se descubrió una fosa cruciforme única con 24 objetos ceremoniales y pigmentos que simbolizan los puntos cardinales.
Simbolismo antiguo y complejidad social
El análisis ha mostrado que la fosa con forma de cruz tiene accesos escalonados desde los cuatro lados, y dentro resguarda depósitos rituales con pigmentos azul, verde y amarillo hechos de minerales como azurita y malaquita, y conchas marinas del Atlántico. Este simbolismo cromático direccional es el más antiguo conocido en Mesoamérica, y sugiere un comercio sofisticado y una cosmovisión compleja mucho antes del auge maya.
Los expertos mexicanos Verónica A. Vázquez López y Melina García Hernández, parte del equipo, destacan que Aguada Fénix anticipó elementos culturales que serían cruciales para las posteriores sociedades mayas, como las procesiones rituales, el cuidado de los puntos cardinales y la organización social sin desigualdad marcada pero con liderazgo comunitario fuerte.
Ingeniería hidraúlica e impacto cultural
La plataforma contaba con un sistema hidráulico avanzado para la época, con canales de hasta 35 metros de ancho y 5 metros de profundidad. A pesar de que quedaron inconclusos, representan una inversión laboral estimada en 255,000 días-persona, reflejando una gran capacidad organizativa.
El sitio debió tener actividad ritual centrada en la estación seca, especialmente hacia el 24 de febrero, de acuerdo con la orientación astronómica del Grupo E.
Repercusión y siguiente fase de investigación
Este hallazgo, avalado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), cambia la narrativa sobre los orígenes mesoamericanos al evidenciar que complejas expresiones ideológicas y sociales ya existían casi mil años antes de la civilización maya clásica.
Los investigadores señalan que Aguada Fénix es clave para entender la evolución de las sociedades prehispánicas y su organización política, ofreciendo una ventana sin precedentes para estudiar la gestación de las elites mayas y su simbolismo.
El trabajo en el sitio continúa y se espera que nuevos descubrimientos revelen más detalles sobre la vida, rituales y tecnologías de este milenario asentamiento en Tabasco, un tesoro arqueológico que ya redefine la historia de Mesoamérica.































































