La captura de un hombre en Almoloya de Juárez ha puesto en evidencia los problemas de robo de vehículos y corrupción en las fuerzas de seguridad. Este individuo, identificado como Ricardo “N”, fue detenido por su presunta participación en un robo de auto y por intentar sobornar a los policías que lo atraparon.
Operativo de búsqueda y captura
Los hechos se desencadenaron tras recibir un reporte de hurto de un vehículo marca Nissan Tsuru, color rojo, en la colonia San José Guadalupe, en Toluca. A través de una llamada al número nacional de emergencias 9-1-1, el C5 tomó conocimiento del robo y comenzó a analizar las cámaras de videovigilancia de la zona. Gracias a esta información, se logró detectar el paso del vehículo robado por la avenida Adolfo López Mateos.
Policías estatales, que realizaban un despliegue estratégico como parte de las acciones de las Mesas de Coordinación para la Construcción de la Paz, implementaron un operativo de búsqueda. En la colonia San Francisco Tlalcilalcalpan, encontraron un automóvil que coincidía con la descripción del vehículo robado.
El intento de soborno
Al marcar el alto al conductor, se dio cuenta que era el mismo coche denunciado como robado. En ese momento, Ricardo “N” supuestamente ofreció dinero en efectivo a los policías para evitar ser presentado ante la autoridad competente. Esta acción fue registrada y posteriormente verificada por el Centro de Mando estatal, confirmando que se trataba del vehículo robado.
Al no poder acreditar la legal posesión del automóvil, y tras informar sobre el constitutivo del delito, los oficiales procedieron a la detención. Ricardo, de 32 años, al parecer forma parte de un grupo delictivo dedicado al robo de vehículos, lo que ha llevado a las autoridades a extender las averiguaciones sobre su implicación en otros delitos.
Después de informarle sobre los derechos que la ley le otorga, el detenido, junto con el vehículo recuperado, fue presentado ante la Agencia del Ministerio Público, donde se inició una carpeta de investigación para determinar su situación jurídica.
Este caso resalta la importancia de la colaboración entre las diversas corporaciones de seguridad y la necesidad de combatir tanto el robo de vehículos como la corrupción dentro de las filas de las fuerzas del orden.
