Durante las vacaciones de verano, el Museo de Historia Natural y Cultura Ambiental ofrece una emocionante programación diseñada para niños, niñas y sus familias. Con el objetivo de hacer del aprendizaje una experiencia divertida, el museo ha preparado talleres de ciencia, lectura, teatro y cuidado del medio ambiente, todos incluidos en el costo de la entrada.
Esta iniciativa busca evitar que los pequeños se aburran durante el receso escolar, brindando una variedad de actividades que no solo son educativas, sino también entretenidas. Además, los visitantes tendrán la oportunidad de recorrer las impresionantes exposiciones del museo, lo que promete un día lleno de descubrimientos y diversión.
Localizado en Av. de los Compositores, Bosque de Chapultepec II Secc, Miguel Hidalgo, en la Ciudad de México, el museo abre sus puertas de martes a domingo, desde las 10:00 hasta las 17:00 horas. Con toda esta información, es el momento perfecto para planear una visita en familia.
Entre las actividades destacadas de julio se encuentra la obra de teatro El rincón de Dippy, una encantadora puesta en escena de títeres. En esta obra, Dippy y Cuahui enseñan a los niños acciones sencillas pero fundamentales para cuidar el medio ambiente. Esta es solo una de las muchas propuestas que el museo tiene para ofrecer durante el verano.
El acceso al Museo de Historia Natural es bastante accesible, con un precio de entrada de 38 pesos para el público en general. Los estudiantes con credencial vigente, docentes y niños tienen un costo reducido de 18 pesos. Además, el ingreso es gratuito para personas con credencial del INAP, personas con discapacidad y menores de 3 años, lo que permite que muchas familias puedan disfrutar de esta experiencia sin preocupaciones económicas.
Para aquellos que no conocen la ubicación del museo, llegar es bastante sencillo. La estación de metro más cercana es Constituyentes de la Línea 7. Al salir de esta estación, los visitantes pueden tomar el M1 Ecobús Ruta 34-A o la combi Ruta 24 y bajar en la parada General José María Mendívil. Desde allí, una caminata de aproximadamente cinco minutos los llevará directamente al museo.
Con una programación tan variada y educativa, el Museo de Historia Natural y Cultura Ambiental se posiciona como una excelente opción para disfrutar de las vacaciones de verano en familia. Sin duda, es un espacio donde aprender y divertirse van de la mano, y donde cada visita promete ser una nueva aventura.