Edgar Bahena afirma que hacer cortometrajes es un acto de amor puro al arte
Morelia, Michoacán – El director de cine Edgar Bahena confirmó hoy que los cortometrajes no monetizan y su realización responde a un compromiso apasionado con el arte y la narrativa. En entrevista exclusiva con Quadratín Michoacán, Bahena explicó que el formato del cortometraje representa un verdadero reto para los cineastas, ya que condensar una historia en apenas 10, 15 o 20 minutos exige una precisión narrativa que no cualquier formato demanda.
El cineasta, quien recientemente presentó El viaje de Luciano, destacó la participación estelar de la actriz y productora Kate del Castillo y el actor José Ángel Bichir en este proyecto que lo llevó a explorar este género con una visión diferente. “El cortometraje es como pasar de escribir una novela a un cuento, y no por ser más corto es menos complejo, al contrario, es un desafío mayor compactar la historia y conectar con el público”, comentó Bahena en la entrevista.
Cortometrajes: un ámbito competitivo y sin retribución económica
Bahena señaló que, a diferencia de los largometrajes que cuentan con más tiempo para desarrollar personajes y puedan tener mayores posibilidades de financiamiento, el cortometraje carece de monetización pero aporta un valor invaluable para los artistas que buscan contar historias genuinas. “Es un medio complicado y muy competitivo, pero nosotros como cineastas sentimos la necesidad de crear más allá de la retribución económica”, expresó enfático.
Agregó que es común que los estudiantes y nuevos cineastas se acerquen primero a este formato por su accesibilidad y porque permite ganar experiencia en la industria audiovisual. Sin embargo, Bahena quien también ha trabajado como director de fotografía en series y largometrajes, decidió apostar por este formato para narrar El viaje de Luciano porque siente que la historia se adapta perfectamente a la duración corta.
“Esto es amor al arte, son las ganas de querer contar historias y seguir nutriéndonos como cineastas,” reiteró Edgar Bahena.
La presentación de El viaje de Luciano en Morelia ha puesto sobre la mesa una conversación clave para la industria cultural del país: la necesidad de apoyar formatos más breves que, aunque no rentables, enriquecen el panorama creativo nacional y permiten explorar narrativas frescas e intensas.
Para los seguidores del cine mexicano, este es un llamado a valorar los cortometrajes no solo como un paso inicial sino como una expresión artística altamente especializada y significativa, que refleja la pasión y esfuerzo de figuras como Edgar Bahena, Kate del Castillo y José Ángel Bichir.
El cortometraje sigue consolidándose como una forma vital de expresión, y mientras no monetice económicamente, continuará siendo un motor para el talento emergente y reconocido en México.






























































