José Daniel “Bocha” Ponce recuerda con emoción la influencia decisiva de Miguel Ángel Russo en sus inicios como futbolista en Estudiantes de La Plata, equipo campeón del Metropolitano 1983 dirigido por Carlos Bilardo. En diálogo con Infobae, Ponce asegura que Russo lo ayudó mucho y que siempre le estará agradecido.
El “Bocha” formó parte del histórico once que derrotó 2-0 a Talleres en Córdoba para coronarse campeón, junto a figuras como Juan Delmenico, José Luis Brown y Alejandro Sabella. Russo fue “el corazón de la mitad de cancha” y un futbolista inquieto, que en cada entrenamiento no dudaba en preguntar a Bilardo cualquier detalle táctico para aprender más, relata Ponce.
“Miguel me aconsejaba mucho y siempre estuvo atento al grupo, cuidándonos como compañeros”, recuerda el excampeón. Su relación trascendió la cancha, y aunque no fueron grandes amigos por la diferencia de edad, la confianza y respeto siempre estuvieron presentes.
Un legado compartido en la cancha y fuera de ella
Durante dos períodos juntos en Estudiantes (1980-1984 y 1985), Russo no solo le dio consejos futbolísticos sino también le enseñó a manejar situaciones fuera del campo. Ponce destaca que Miguel era muy futbolero, observador, y siempre enfocado en mejorar tanto como jugador como persona.
El reencuentro llegó décadas después en Chile, cuando Russo dirigía a la U de Chile y Ponce jugaba para Coquimbo. “Recuerdo que me puso una marca hombre a hombre en todo el partido, me jodía con eso y había confianza”, dice entre risas el exmediocampista.
Russo, un visionario de la dirección técnica
Desde sus años como jugador, Russo mostró inquietud y pasión por el fútbol que iba más allá del terreno de juego. Ponce recuerda que preguntaba constantemente sobre tácticas y detalles que solo un futuro entrenador podría dominar. Su formación bajo el mando de Bilardo fue clave para trascender como técnico, llegando a dirigir grandes clubes como Boca Juniors, San Lorenzo y clubes en Colombia y Perú.
“Siempre fue muy correcto y pensaba en el grupo, cuidaba a todos y ayudaba a los más jóvenes”, enfatiza Ponce sobre Russo. Esa escuela de disciplina y profesionalismo se tradujo en triunfos que aún hoy significan un orgullo para Estudiantes y sus seguidores.
Un impacto imborrable en la historia de Estudiantes
La campaña que salvó a Estudiantes del descenso y que finalmente terminó en un título quedó marcada por la unión y el esfuerzo de esos jugadores que se criaron bajo la guía de referentes como Russo, Patricio Hernández y Juan Ramón Verón. “Miguel nos dio charlas intensas, prometía que no perderíamos y así fue”, rememora Ponce, quien vivió de cerca la intensidad y pasión de ese equipo.
“Miguel me ayudó en mis comienzos y siempre le estaré agradecido de por vida”, afirma José Daniel Ponce.
La partida de Russo ha dejado una profunda tristeza entre quienes compartieron vestidor con él. Para Ponce, la noticia impactó pero sabía que luchaba contra la enfermedad con valentía. Su legado como jugador y técnico seguirá vigente, especialmente para generaciones que aprendieron de su pasión y dedicación.
Como un gesto final de gratitud y respeto, Ponce continúa vinculado con Estudiantes en La Plata, apoyando a jóvenes talentos y manteniendo viva la historia de un club que marcó su vida y la de Russo para siempre.