Recién confirmado: un análisis global revela que libros impresos y audiolibros activan distintas áreas del cerebro, afectando la comprensión y la empatía de manera diferente. Esta semana, la revista New Scientist publicó datos que están revolucionando la forma en que entendemos la lectura en la era digital.
¿Es realmente sustituible la lectura tradicional por audiolibros o pantallas? Los expertos indican que la respuesta es compleja y depende de múltiples factores, desde la atención hasta las habilidades del lector. La lectura en papel destaca por promover una comprensión más profunda y un desarrollo intenso de la empatía, una capacidad necesaria para afrontar el estrés cotidiano, revela el estudio.
Lectura tradicional potencia empatía y salud mental
Diversos estudios, incluidos los presentados por Anne Mangen (Universidad de Stavanger) y Frank Hakemulder (Universidad de Utrecht), confirman que la alfabetización en papel desde la infancia se vincula no solo al conocimiento sino a una vida más larga y saludable. El proceso conocido como “lectura profunda” —desarrollado principalmente con libros impresos— permite a los lectores hacer conexiones críticas y reflexionar profundamente.
Janet Geipel, investigadora de la Universidad de Exeter, explicó a New Scientist que los lectores en papel usan su “voz interior” para controlar el ritmo, lo que facilita la interpretación pausada y crítica. En cambio, quien escucha audiolibros recibe emociones y entonaciones ajenas, lo que modifica la manera en que procesa la información.
Audiolibros y pantallas ofrecen ventajas pero con matices
Los audiolibros, aunque menos estudiados, no presentan desventajas significativas en la comprensión general. Un meta-análisis de 46 estudios revisados señala que la lectura ofrece solo una ligera ventaja al interpretar emociones o inferencias complejas.
Por otro lado, leer en pantallas puede fomentar una lectura más superficial. Según Mangen y Hakemulder, las personas tienden a buscar menos significado en textos extensos en pantalla y muestran menor perseverancia, un efecto negativo para lecturas profundas o literarias.
Atención y contexto, clave para elegir formato
Geipel advierte que la eficacia de los audiolibros depende en gran medida de la atención total. Escuchar y leer simultáneamente puede beneficiar a quienes tienen dificultades para decodificar palabras, por ejemplo, personas con bajo nivel de alfabetización o aprendices de un segundo idioma, según un meta-análisis de Virginia Clinton-Lisell (Universidad de Dakota del Norte).
Sin embargo, para lectores avanzados, esta doble vía puede saturar la mente y reducir la comprensión. Las preferencias personales, trastornos como la dislexia o problemas de visión, y el contexto cotidiano influyen en la elección del formato.
Impacto para México y próximos pasos
En un país como México, donde la alfabetización enfrenta retos significativos, entender cómo varían los beneficios cognitivos según formato es crucial para mejorar estrategias educativas y promover el hábito lector en todas sus formas.
Los especialistas recomiendan fomentar la lectura tradicional en papel para desarrollar empatía y comprensión profunda, pero no descartan los audiolibros para contextos específicos.
La ciencia continúa analizando equipos y entornos digitales para optimizar la experiencia lectora sin perder la riqueza mental y emocional que solo un buen libro impreso puede ofrecer. Esta línea de investigación se mantiene abierta y es clave para el futuro educativo y cultural en México y el mundo.
“No existe una respuesta sencilla, cada formato aporta beneficios únicos dependiendo de la atención y el contexto” — Janet Geipel, Universidad de Exeter
