Nuevos reportes confirman que el consumo diario de helado puede comprometer la salud, según especialistas de la Academia de Nutrición y Dietética de EE. UU. Si bien disfrutar de este postre es posible, es crucial mantener la moderación y controlar las porciones, ya que un exceso puede aumentar el riesgo de sobrepeso, resistencia a la insulina y complicaciones cardiovasculares.
Las recomendaciones sugieren que la porción estándar de helado no debe exceder de media taza, que aporta aproximadamente 137 calorías, 14 gramos de azúcar y 7 gramos de grasa. Si se consumen varias bolas, es fácil superar los límites saludables de azúcares y grasas saturadas, alertó el Departamento de Agricultura de EE. UU.. Para quienes desean seguir disfrutando de este placer, los expertos proponen controlar estrictamente el tamaño de las porciones y optar por versiones más saludables, como helados bajos en azúcar o acompañados de frutas frescas.
Además, los especialistas destacan la importancia de no relacionar el consumo de helado con emociones negativas, sino disfrutarlo como un capricho ocasional dentro de una dieta equilibrada. Sin embargo, deben ser aún más restrictivos aquellos con diabetes, hipercolesterolemia o enfermedades cardíacas, ya que el consumo excesivo de azúcares y grasas puede tener efectos perjudiciales inmediatos.
La inclusión del helado en la dieta diaria debe ser cuidadosa, priorizando alimentos ricos en nutrientes el resto del día. La Academia de Nutrición y Dietética reitera que hasta un 85% de las calorías diarias deben proceder de alimentos nutritivos, reservando solo entre 250 y 350 calorías para productos de indulgencia.
La conexión social y emocional del helado es innegable, ya que puede fortalecer vínculos y crear experiencias compartidas. Sin embargo, es fundamental que cada individuo evalúe su contexto personal y salud antes de incorporar este postre regularmente. Los expertos coinciden en que, aunque el helado puede aportar placer, se debe respetar el control de las porciones y la calidad nutricional de los alimentos diarios para disfrutarlo sin comprometer la salud.
Recuerda que consultar con un profesional de la salud puede ayudar a determinar una cantidad segura y adecuada a tus necesidades específicas. ¡No pongas en riesgo tu bienestar!
