ACTUALIZACIÓN URGENTE: La tragedia continúa tras la explosión de una pipa en el puente de La Concordia, que dejó a varias personas gravemente heridas y una víctima fatal. Ocho personas están recibiendo atención médica en el hospital Magdalena de las Salinas, mientras la comunidad se moviliza para ofrecer apoyo a los afectados.
Este viernes, en el exterior del hospital, la hermana de Giovanni, un joven de 16 años con quemaduras en el 98 por ciento de su cuerpo, pidió por un milagro. “Hasta ahora no hay mejora”, declaró Jaqueline, rodeada de ciudadanos que ofrecían alimentos y apoyo emocional. “Dile a tu hermano que estamos orando por él”, dijo una mujer mientras abrazaba a la joven, quien recibió alimentos y agua de extraños solidarios.
La situación es crítica para Abril Díaz, de 34 años, madre soltera de cuatro hijos, que se encuentra en estado grave desde el miércoles. “Sólo un milagro podría salvarla”, aseguró su hermana Nitzia Díaz Castaneda, quien ha estado esperando noticias en el hospital. Abril, empleada en el mercado de pescados y mariscos de La Viga, fue víctima de esta explosión trágica, y sus amigos se han presentado para donar sangre en su apoyo.
Las condiciones climáticas no han impedido que los familiares se mantengan en el lugar. Desde el fuerte sol hasta un repentino aguacero, los asistentes se han cubierto con paraguas y chaquetas, mostrando su compromiso con los heridos. “Nunca sobra un donador de sangre”, enfatizó Nitzia, quien ha visto cómo la comunidad se une en este momento de dolor.
En un ambiente de duelo y solidaridad, la comunidad estudiantil de la UNAM también ha rendido homenaje a Ana Daniela Barragán, quien falleció debido a las quemaduras sufridas en la misma explosión. Los estudiantes de la FES Cuautitlán improvisaron un altar en su memoria, colocando flores y recordando su dedicación y sueños interrumpidos.
La profesora Karen Cuevas de la FCPyS de la UNAM, reportó que, tras la explosión, surgió un movimiento de apoyo inmediato entre los estudiantes, quienes reunieron víveres y suministros médicos para las familias de los afectados. “Hubo colectivos que hicieron hasta 100 tortas en menos de 40 minutos”, compartió, destacando la rapidez y solidaridad de la comunidad.
Este incidente ha dejado a muchos en estado de shock, y la comunidad sigue esperando noticias sobre la recuperación de los heridos. El apoyo no cesa, y la esperanza persiste en medio del dolor, mientras todos esperan un milagro en esta tragedia que ha unido a la comunidad en un momento de necesidad.
