Familiares denuncian bloqueos e irregularidades en la búsqueda de Carlos Emilio Galván, joven desaparecido desde el pasado 5 de octubre en el bar Valentinos Terraza de Mazatlán, propiedad de un funcionario público. Su madre, Brenda Valenzuela Gil, exigió que las autoridades federales y estatales intervengan de inmediato ante la falta de avances y acceso a pruebas clave.
Desaparición y obstáculos en la investigación
El joven desapareció alrededor de las 2:30 de la mañana tras acudir con dos primas al bar Valentinos Terraza, ubicado en la zona turística de Mazatlán. Según Brenda Valenzuela, Carlos Emilio fue al baño y nunca regresó a la mesa. Una de sus primas intentó buscarlo, pero el personal del bar le negó el acceso al pasillo que conecta al baño, lo que despertó sospechas inmediatas sobre el paradero del joven.
“Mi hijo no pudo haber salido del establecimiento voluntariamente, si salió fue bajo amenazas o intimidación”, denunció Valenzuela. La investigación se ha complicado, afirmó, debido a que el bar pertenece a Ricardo Velarde, Secretario de Economía de Sinaloa, lo que ha generado bloqueos y falta de transparencia en el caso.
Irregularidades en pruebas y falta de acción oficial
Desde el día siguiente a la desaparición, se presentaron denuncias ante las fiscalías de Durango y Mazatlán, pero hasta ahora no se reportan avances concretos. La familia acusa que el dueño del bar entregó las grabaciones de seguridad recién a los seis o siete días posteriores al incidente, lo que genera desconfianza sobre la integridad de las pruebas.
“Desde el inicio hubo irregularidades, y la entrega tardía de videos de seguridad genera mucha desconfianza”, afirmó con voz entrecortada Brenda Valenzuela.
Ante la falta de claridad, la madre solicitó la intervención directa del gobernador de Sinaloa, del secretario de Seguridad federal, Omar García Harfuch, y de la presidenta de la República para garantizar que el caso sea investigado hasta las últimas consecuencias.
Interferencia policial en búsqueda del celular
En otro incidente alarmante, la periodista de Durango, Pilar Aguilar, denunció que policías locales intentaron disuadir a familiares de Carlos de continuar la búsqueda de su celular mediante GPS. El dispositivo fue localizado en un punto de Mazatlán, pero cuando la familia estaba a punto de llegar al lugar acompañados de una patrulla, los oficiales les indicaron que era “muy peligroso” y que no estaba en su jurisdicción, recomendándoles retirarse justo antes de perder la pista.
Relevancia y próximo seguimiento
Este caso ha generado indignación social y pone en evidencia posibles conflictos de interés y falta de transparencia en la instancia pública encargada de la investigación. La desaparición en un establecimiento propiedad de un funcionario agrava la preocupación y llama a que las autoridades garanticen justicia y protección para la familia.
La presión continúa mientras la familia y activistas exigen resultados rápidos y claros en un contexto donde la seguridad personal y la confianza en las autoridades están en juego. Estaremos atentos a cualquier actualización y movimiento oficial en este caso.