Fiscalía solicita penas máximas para organizadores de secuestros en Rosario
La justicia federal de Rosario vive un momento clave en el juicio contra una peligrosa banda de secuestradores que operó en Rosario y San Nicolás, tras la petición de penas de hasta 20 años de prisión para los seis acusados. La fiscalía, liderada por Federico Reynares Solari, calificó a la organización como una estructura criminal “jerarquizada y persistente en el tiempo”.
El fiscal detalló que el cabecilla de la red, Claudio Daniel Coto, enfrenta la pena máxima de 20 años de prisión efectiva, mientras que su mano derecha, Néstor Adrián Santabaya, debería recibir 18 años. Ambos fueron señalados como responsables directos por los secuestros extorsivos contra empresarios de alto perfil patrimonial.
Modus operandi y víctimas de alto perfil
La banda destacaba por una logística sofisticada, con roles definidos que incluían “soldados” armados, tareas de inteligencia y apoyo técnico. Usaban vehículos con placas cambiadas, teléfonos analógicos para evitar rastreos y hasta distorsionadores de voz para ejecutar sus delitos.
Entre los casos que expuso la fiscalía destaca el secuestro de uno de los hijos de Gustavo Degliantoni en Villa Ramallo, donde exigieron un rescate inicial de un millón de dólares, que finalmente se redujo a USD 580,000. En otro hecho, la familia del empresario farmacéutico Roberto Zórzoli fue víctima de un secuestro en la cochera de la Torre Aqualina de Rosario. Aunque el primer intento falló, el 10 de octubre consiguieron retener a su pareja y a su hijo adolescente durante horas.
Las víctimas fueron liberadas ilesas tras la negociación, pero durante el cautiverio se exigieron rescates multimillonarios, lo que refleja la magnitud del daño económico y emocional provocado.
Decomiso y evidencia contundente
Además de las penas de prisión, la fiscalía pidió el decomiso de bienes, vehículos, armas y dinero vinculados a la organización criminal. Destacan un vehículo Renault Trafic blanco usado en los secuestros y conectado a un robo de 530 millones de pesos a una financiera en Buenos Aires, donde ese vehículo apareció disfrazado como ambulancia y luego incendiado.
La investigación también incluyó testimonios clave, escuchas telefónicas, análisis técnicos y cotejo de voces que conjuntan toda la estructura y acciones delictivas de la banda bajo un cuadro probatorio definido como “contundente”.
Próximos pasos y juicio en curso
Los jueces del Tribunal Oral Federal N° 3 en Rosario, integrados por Eugenio Martínez, Osvaldo Facciano y Mario Gambacorta, deberán ahora evaluar la acusación y las penas solicitadas, en un juicio que marca un precedente en la lucha contra el crimen organizado en la región.
Esta causa es seguida de cerca, pues pone en evidencia el impacto de redes criminales que operan con gran sofisticación y violencia, un fenómeno que preocupa no solo a Argentina sino a países cercanos como México, donde también se enfrentan retos similares contra organizaciones delictivas.
El desmantelamiento de esta banda representa un avance significativo para la justicia regional y un mensaje claro para quienes intentan amedrentar a la sociedad con secuestros y extorsiones.
