Nuevos reportes confirman que el avance del fracking en México sigue firme, a pesar de la creciente oposición de comunidades indígenas y ambientalistas en la Huasteca Potosina, Norte de Veracruz y Hidalgo. La Coordinadora de Organizaciones Campesinas e Indígenas de la Huasteca Potosina (COOCIPH) denuncia el impacto devastador que esta técnica de extracción de gas y petróleo tendría sobre el ecosistema regional, demandando un cambio en la política energética del gobierno.
La Secretaría de Desarrollo Energético de Tamaulipas, en recientes declaraciones, asegura que la fractura hidráulica podría extraer hasta **700 mil barriles diarios** de petróleo shale. Este recurso se encuentra en la cuenca **Tampico-Misantla**, abarcando **12 municipios de San Luis Potosí**, **5 de Veracruz** y **3 de Hidalgo**, representando el **57% de los recursos prospectivos** del país. Este ambicioso proyecto es parte del plan del gobierno de **Claudia Sheinbaum** para alcanzar una producción de **1.8 millones de barriles diarios**.
Walter Julián Ángel Jiménez, Secretario de Desarrollo Energético de Tamaulipas, indicó que las operaciones de extracción comenzarán en **3 años** y se requerirán **300 mil millones de dólares** en inversiones. La polémica alrededor del fracking se intensificará con el **Congreso Internacional de Energía** que se llevará a cabo del **24 al 26 de noviembre** en **Tampico**, donde se presentarán estudios que respaldan la afirmación de que la tecnología de fracking actual es más amigable con el medio ambiente, distanciándose de las prácticas del pasado.
A pesar de la resistencia de los pueblos indígenas, el plan energético 2025-2035 de la presidenta Sheinbaum continúa sin cambios significativos. La situación plantea un dilema crítico sobre el futuro energético del país y el respeto a los derechos de las comunidades afectadas. Las voces de estas comunidades, que claman por alternativas energéticas limpias y sostenibles, siguen siendo ignoradas en el avance de este proyecto controversial que podría redefinir el paisaje energético de México.
Con la presión creciente y la urgencia del debate, el desarrollo del fracking en México es un tema que continuará generando controversia y atención en el ámbito nacional e internacional. Mientras tanto, los grupos indígenas y ambientalistas se preparan para seguir luchando por la preservación de su entorno y sus derechos, ante la inminente llegada de una era de extracción más agresiva.
