Gavin Newsom, gobernador de California, acaba de confirmar que tiene en mente postularse a la presidencia de Estados Unidos para las elecciones de 2028, pero adelantó que su anuncio oficial llegará después de los comicios legislativos del próximo año.
En una entrevista con la cadena estadounidense CBS, Newsom admitió sin rodeos:
“Estaría mintiendo si dijera que no tengo la Casa Blanca en mente”
. Estas declaraciones ponen en jaque la carrera presidencial estadounidense, ya que ocurre mientras el Partido Demócrata sigue en la búsqueda de un candidato fuerte tras la inesperada decisión del presidente Joe Biden de retirarse en julio de 2024, dejando el camino abierto para que la vicepresidenta Kamala Harris tome la candidatura.
Una nueva elección en el bloque demócrata
Newsom es actualmente uno de los pesos pesados del ala liberal estadounidense, con gran influencia en la costa oeste. Sin embargo, su perfil genera controversia: aunque su agenda es reconocida por el progresismo, ha implementado políticas agresivas para combatir la crisis de personas sin hogar, como su plan para desmantelar campamentos en Los Ángeles.
Además de Newsom y Harris, otros líderes tienen posibilidades de contender en la interna demócrata: el gobernador de Illinois, J. B. Pritzker; el gobernador de Kentucky, Andy Beshear; y el gobernador de Pensilvania, Josh Shapiro. Esto sugiere una contienda abierta en la que cada figura representan diferentes visiones y regiones del país.
Competencia republicana y contexto político actual
Por el lado republicano, reportes recientes apuntan al actual vicepresidente JD Vance como uno de los grandes aspirantes que buscarán arrebatar el poder a los demócratas en 2028. Esta futura campaña presidencial se perfila como una batalla crucial para la dirección política de Estados Unidos que también impactará en su relación con México.
Para México, la confirmación de Newsom sobre su ambición presidencial amerita un seguimiento estrecho, dado que California no solo es un gigante económico sino que también es una puerta de entrada para intercambios culturales, migratorios y comerciales entre ambos países.
¿Qué sigue?
La atención ahora se centra en los comicios legislativos de 2026, que serán clave para definir escenarios políticos y confirmar si Newsom optará oficialmente por competir. Su anuncio oficial llegará tras esos resultados, marcando el inicio formal de una carrera presidencial que promete cambiar el panorama político norteamericano.
Mientras tanto, los mexicanos pueden seguir de cerca esta contienda y su posible impacto en las relaciones bilaterales y políticas migratorias entre México y Estados Unidos, especialmente por el peso que tiene California en estos temas.
Las próximas semanas serán determinantes para entender las alianzas y estrategias dentro del Partido Demócrata, así como el mapa electoral que definirán ambos bandos de cara a la elección presidencial de 2028.
































































