Nuevo recorte al presupuesto ambiental pone en riesgo los recursos naturales de México
Recientemente, una coalición de organizaciones civiles sin fines de lucro, agrupadas en NOSSA, reveló un preocupante recorte del 4.3% al presupuesto del Ramo 16, destinado a medio ambiente y recursos naturales. Si se aprueba tal cual está propuesto, el gasto ambiental quedará por debajo del 0.1% del presupuesto total federal, el nivel más bajo en años recientes.
Este nuevo ajuste, el segundo consecutivo, surge en un contexto crítico para México. Nuestro país enfrenta tormentas, inundaciones y huracanes cada vez más intensos, asociados al cambio climático. La disminución en la inversión pública reduce la capacidad de los organismos encargados de conservar y proteger ecosistemas clave.
Impacto directo en la Comisión Nacional del Agua
Entre los recortes más preocupantes destaca un descenso real del 4.5% al presupuesto de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), que representa el menor recurso asignado a esta entidad en los últimos cinco años. Esta reducción afecta directamente la administración y monitoreo de uno de los recursos vitales para el país: el agua.
Las consecuencias para las comunidades son inmediatas: con menos recursos, se limitan esfuerzos para mitigar inundaciones y garantizar el acceso sostenible al agua. Además, la conservación de áreas naturales protegidas, cruciales para la estabilización climática y protección de biodiversidad, se ve aún más amenazada.
Contexto histórico y gravedad actual
No es la primera vez que México reduce su financiamiento ambiental. Durante el gobierno de Enrique Peña Nieto entre 2015 y 2018, se registraron recortes significativos que no se han revertido hasta hoy. Sin embargo, la principal diferencia ahora es la gravedad y frecuencia de los desastres naturales, que exigen una mayor atención y recursos.
La erosión de manglares, la pérdida de bancos de coral y la deforestación acelerada impactan las ciudades costeras y las zonas serranas, provocando daños irreversibles. La incapacidad para invertir en la conservación reduce la resiliencia de los ecosistemas y pone en riesgo la habitabilidad de muchas regiones del país.
¿Cuánto estamos dispuestos a invertir para proteger nuestro futuro?
El análisis de NOSSA hace sonar una alarma: el cuidado ambiental enfrenta una crisis presupuestaria en medio de fenómenos naturales más extremos. El futuro de las comunidades, la biodiversidad y los recursos naturales depende de decisiones que se están tomando ahora.
El debate está abierto y las voces de especialistas y organizaciones exigen que México revierta esta tendencia y aumente la inversión para proteger lo que aún queda. Sin presupuesto, las políticas ambientales se limitan a palabras vacías y, en la práctica, a una vulnerabilidad creciente ante el cambio climático.
La pregunta queda en el aire: ¿qué tanto valoramos y estamos dispuestos a invertir para cuidar el futuro de nuestro país?