El Gobierno de México enfrenta una presión sin precedentes en sus finanzas públicas para 2026 al comprometer 75% de sus ingresos propios en gastos obligatorios como pensiones, deuda y pagos pendientes, revela el análisis de México Evalúa.
Presupuesto récord con márgenes reducidos
El Paquete Económico 2026 propone un presupuesto público histórico de 10.1 billones de pesos, el mayor monto registrado, aunque sólo 8.7 billones serán ingresos propios sin contar el endeudamiento. De ese total, 75 centavos de cada peso estarán destinados a gastos ineludibles que incluyen jubilaciones, pensiones, el pago de intereses de la deuda, aportaciones a estados y municipios, además de adeudos fiscales anteriores. Esto marcaría la mayor proporción de gastos fijos desde 1995.
Según México Evalúa, en números per cápita significa que cada mexicano deberá “pagar” 48,732 pesos para cubrir estos compromisos cruciales, una cifra que triplica el presupuesto destinado en conjunto a áreas clave como salud, educación, seguridad y cuidados.
En detalle: Pensiones y deuda, las mayores presiones
Las pensiones y jubilaciones, que absorberán 2.3 billones de pesos el próximo año, representan el 23% del gasto total. Las pensiones contributivas tendrán una asignación de 1.7 billones con un ligero incremento del 1.3% anual. Por otro lado, las pensiones no contributivas —incluyendo programas sociales como la Pensión para el Bienestar de Adultos Mayores y para personas con discapacidad— sumarán 619,710 millones.
México Evalúa
La segunda mayor presión viene del costo financiero de la deuda, que en 2026 absorberá 1.57 billones o el 15% del presupuesto total. Esto se traduce en pagos históricos de intereses, también llamados “cuello de botella” para las finanzas públicas.
Recortes invisibles en salud, educación, seguridad y cuidados
En contraste, los recursos por habitante para sectores prioritarios se quedan cortos. En educación, el presupuesto crece apenas 3.6% respecto a 2025, con 1.12 billones de pesos y un gasto per cápita de 8,336 pesos. En salud, el gasto será insuficiente para alcanzar los estándares recomendados por la Organización Mundial de la Salud, destinando 965,662 millones e incrementando 5.9% en términos anuales, con un gasto de 7,185 pesos por ciudadano.
Los rubros de seguridad y cuidados son los más rezagados con apenas 1,493 pesos y 181 pesos por habitante respectivamente. Esta distribución pone en riesgo la capacidad del Estado para atender necesidades sociales urgentes.
Implicaciones inmediatas para México
La propuesta del presupuesto 2026 plantea un escenario donde la mayor parte de los recursos ya está comprometida y los márgenes para políticas públicas sociales se reducen a mínimos históricos. Esto puede afectar la calidad de vida de los mexicanos, debido a que sectores claves como salud y educación recibirán un tercio de lo que se destina a pagos fijos.
México Evalúa: “La propuesta es histórica por superar los 10 billones de pesos y porque la mayor parte ya estará comprometida en pensiones, deuda y otros compromisos fijos que triplican lo asignado a salud, educación y seguridad”
Con un gasto per cápita tan elevado en obligaciones financieras, la carga económica sobre futuros presupuestos será aún mayor, afectando la inversión pública y los servicios sociales. El reto inmediato para el Gobierno será equilibrar el pago de compromisos con atender las prioridades sociales, sin fortalecer la dependencia del endeudamiento.
Qué sigue
Las discusiones presupuestales que emergen esta semana definirán si estas proyecciones se mantienen o si habrá ajustes para liberar recursos sociales. La situación financiera pone presión sobre las autoridades para planear un camino sostenible y evitar que la deuda y las pensiones desborden el total de ingresos públicos.
Mientras tanto, los ciudadanos deben estar atentos a los cambios que impactarán directamente la calidad y acceso a servicios básicos, por lo que este tema es ya un asunto urgente que afecta al bolsillo de cada mexicano para 2026.
