ACTUALIZACIÓN URGENTE: El Gobierno de Claudia Sheinbaum ha recortado drásticamente su pronóstico de crecimiento económico para México, proyectando un aumento del Producto Interno Bruto (PIB) de solo entre 0.5 y 1.5% para 2025, según el nuevo Paquete Económico 2026 presentado por la Secretaría de Hacienda.
Este ajuste representa un recorte de 100 puntos base con respecto a estimaciones anteriores, que preveían un crecimiento de entre 1.5 y 2.3% para este año. Además, la inflación se estima ahora en 3.8% para finales de 2025, lo que genera preocupación en un contexto de incertidumbre económica.
Los nuevos datos reflejan una realidad compleja, donde el crecimiento del PIB se ubica por debajo de las expectativas de Banxico y de diversas encuestas económicas. Mientras que las proyecciones de Banamex, Citi México y Banxico coinciden en un crecimiento de 0.4% para 2025, la Secretaría de Hacienda mantiene una visión más optimista para 2026, con un rango de 1.8 a 2.8%.
Enrique Quintana, vicepresidente y director editorial de El Financiero, ha señalado que, a pesar del ajuste, la economía mexicana ha demostrado una resiliencia inesperada, impulsada por el consumo interno y el dinamismo de ciertos sectores exportadores. Sin embargo, el mensaje que se envía al sector privado es crucial: un crecimiento de 0.4% podría limitar las inversiones y la creación de empleo, mientras que superar el 1% abriría la puerta a un clima más favorable para negocios e inversiones.
La situación es alarmante, ya que los inversores han mostrado escepticismo ante las proyecciones oficiales, especialmente en un año donde factores externos, como los aranceles de Donald Trump y la disminución de remesas, han afectado la economía. Las expectativas de crecimiento son vitales no solo para la percepción de estabilidad económica, sino también para fomentar la confianza entre los inversionistas nacionales e internacionales.
Con el futuro económico de México en juego, el próximo año será decisivo. Si se logra un crecimiento de 1.1% o más, podría haber un margen más amplio para programas de infraestructura y sociales, lo que generaría más empleos formales. En contraste, una proyección de menos del 1% limitaría las mejoras salariales y la recaudación fiscal, afectando a millones de mexicanos.
Próximos pasos: El Gobierno deberá trabajar en estrategias efectivas para estimular el crecimiento y mantener la confianza tanto de los mercados como de la ciudadanía, mientras los analistas y economistas estarán atentos a las decisiones que se tomen en los próximos meses ante este escenario incierto.
