ACTUALIZACIÓN: Un impactante crimen familiar sacude a Colombia tras la confesión de un joven de 17 años que admitió haber asesinado a su padre, el mayor del Ejército, Fabían Humberto Bueno Carranza, y a su hermana de siete años. La brutalidad del ataque, ocurrido en su vivienda de Bogotá la noche del 29 de julio de 2024, ha generado una ola de indignación por el nivel de violencia involucrado.
Según la confesión del adolescente, tras una discusión familiar, tomó la decisión de atacar a sus seres queridos propinándoles un total de 118 puñaladas a su padre y 75 a su hermana. En sus declaraciones, relató que el resentimiento acumulado por el trato que recibía de su familia lo llevó a actuar de forma desesperada. “Cuando bajaba iba pensando en apuñalarlo”, dijo el joven, quien se sintió “cansado” de los constantes regaños.
El relato del menor describe cómo, tras el primer ataque, regresó para continuar con el asalto a su padre, quien se encontraba en el suelo. Acto seguido, su hermana despertó y, al intentar detener la agresión, fue también víctima de la violencia desmedida. La escena del crimen mostró rastros de sangre y varios cuchillos, lo que resalta la ferocidad del ataque.
El informe forense reveló detalles escalofriantes, indicando que el patrón de violencia se clasificó como “overkilling”, lo que sugiere que el joven continuó apuñalando incluso después de que las víctimas ya estaban gravemente heridas. Los análisis psicológicos determinaron que el adolescente presentaba rasgos de “predisposición a la delincuencia”, influenciado por series de televisión que glorifican la violencia, lo que agrava la situación.
El proceso judicial ha sido igualmente controvertido: la madre del joven, que llegó a casa tras los hechos, fue inicialmente investigada por posible inducción al crimen, pero finalmente se desestimó el caso en su contra. El menor fue condenado a seis años de internamiento, aunque él mismo cuestionó la justicia de la condena, insistiendo en una supuesta legítima defensa.
La ausencia de empatía del joven hacia el sufrimiento de sus familiares ha dejado en evidencia la profunda crisis de violencia intrafamiliar y los problemas de salud mental que afectan a la juventud. Este caso resalta la necesidad urgente de abordar la violencia en el hogar y sus repercusiones en la sociedad colombiana y latinoamericana.
Las autoridades y expertos ahora se preguntan qué medidas se pueden tomar para prevenir que tragedias de esta magnitud se repitan en el futuro, en un contexto donde la violencia familiar sigue siendo un problema crítico.