Nuevos reportes confirman que Hollywood se levanta en defensa de Jimmy Kimmel tras la repentina cancelación de su programa, “Jimmy Kimmel Live”, por comentarios controversiales sobre el activista conservador Charlie Kirk. La cadena ABC, propiedad de Walt Disney, decidió suspender el programa indefinidamente después de recibir presiones del Gobierno de Donald Trump.
La decisión de ABC se produce en medio de un clima tenso, donde el FCC (Comisión Federal de Comunicaciones) amenazó con investigaciones tras los comentarios de Kimmel, quien sugirió que los aliados de Kirk estaban utilizando su asesinato para “ganar puntos políticos”. Este comentario fue hecho durante su monólogo el 10 de septiembre, provocando reacciones inmediatas de las cadenas de televisión y de los sindicatos que representan a escritores y actores.
Los sindicatos han calificado esta acción como un ataque a la libertad de expresión, señalando que ABC no debería haber cedido ante la presión gubernamental. “Lo que hemos firmado, por doloroso que sea a veces, es nuestro acuerdo en la libertad para discrepar”, señalaron en una declaración conjunta. La suspensión de Kimmel es el último ejemplo de cómo figuras mediáticas y académicas están siendo atacadas por sus opiniones en un contexto cada vez más polarizado.
La muerte de Charlie Kirk, quien fue asesinado por un sospechoso de 22 años, ha desencadenado una ola de dolor entre sus seguidores y un ataque contra quienes critican o bromean sobre la tragedia. Los actores, incluyendo a Ben Stiller, también han expresado su descontento, señalando que la decisión de ABC es un claro ejemplo de censura.
En declaraciones al podcaster conservador Benny Johnson, el presidente de la FCC, Brendan Carr, sugirió que las emisoras podrían enfrentar multas si continúan con la programación de Kimmel. “Podemos hacer esto por las buenas o por las malas”, advirtió Carr, intensificando la presión sobre ABC.
La situación ha generado un amplio debate sobre el impacto de la censura en la libertad de expresión en los medios de comunicación. La reacción de los sindicatos y de la comunidad artística es clara: cualquier intento de silenciar voces críticas empobrece al mundo entero. “La decisión de suspender ‘Jimmy Kimmel Live!’ es el tipo de supresión que pone en peligro las libertades de todos”, declaró SAG-AFTRA, el sindicato que representa a los actores.
Los próximos días serán cruciales para observar cómo se desarrolla este conflicto entre el entretenimiento y la política. La comunidad artística se mantiene unida en defensa de Kimmel, mientras que el Gobierno de Estados Unidos intensifica su control sobre los medios de comunicación, un tema que seguramente resonará en el ámbito internacional.
