Huracanes Imelda y Humberto arrasan 8 casas en la costa de Carolina del Norte
Ocho casas desocupadas en la costa de Carolina del Norte han sido devastadas tras el paso de los huracanes Imelda y Humberto, confirmó el Servicio Meteorológico Nacional. La más reciente se desplomó esta tarde de jueves luego de horas de lluvia intensa y olas violentas en el océano Atlántico.
El colapso más impactante ocurrió en Buxton, un área costera en las Outer Banks, donde una casa quedó completamente destruida en medio de una transmisión en vivo. La reportera fue testigo del momento exacto en que la estructura cedió, con sonidos de crujidos y estallidos que evidenciaron la fuerza implacable del mar.
Las autoridades advierten: más casas podrían derrumbarse y playas permanecen cerradas
El National Park Service emitió una alerta indicando que más colapsos de viviendas son inminentes debido a las condiciones oceánicas extremas que persisten esta semana. En respuesta, las playas desde Buxton Village hasta cerca del Ramp 43 fueron cerradas para proteger a los visitantes del riesgo de escombros y daños adicionales.
“La situación en la costa sigue siendo peligrosa, pedimos a la población evitar la zona para garantizar su seguridad”, comunicó un vocero oficial del National Park Service.
Videos captados con drones muestran cómo las poderosas olas empujadas por los huracanes han destruido una tras otra las viviendas construidas sobre la línea costera, sumergiéndolas parcial o totalmente en el Atlántico. Aunque afortunadamente ninguna casa estaba ocupada, el impacto económico y ambiental es significativo.
Impacto y consecuencias inmediatas para la región
Los huracanes Imelda y Humberto han intensificado la erosión costera y causado daños visibles en infraestructuras turísticas de Carolina del Norte. Esta devastación ocurre en un momento clave, pues la temporada turística se veía en recuperación tras varios años complicados a nivel global.
La región permanece bajo vigilancia, pues el Servicio Meteorológico reporta una leve mejoría en las condiciones climáticas, aunque las autoridades mantienen su alerta ante posibles nuevas tormentas o altos oleajes provocados por el estuario del Atlántico. El cierre de playas se mantendrá mientras se realiza la limpieza y evaluación del daño.
¿Qué sigue para Carolina del Norte tras el desastre?
Equipos de rescate y monitoreo continúan evaluando la situación para evitar riesgos mayores a la población y determinar la magnitud del daño. Las autoridades locales y federales trabajan en planes de defensa costera para enfrentar futuros eventos similares que pongan en peligro no solo viviendas sino también la vida de residentes y turistas.
Para los mexicanos interesados en fenómenos naturales internacionales, este suceso en la costa este de EE.UU. representa un claro indicativo de la fuerza imparable de los huracanes y la urgente necesidad de acciones preventivas en zonas vulnerables.
Estaremos atentos a las actualizaciones y nuevas informaciones que surjan sobre esta emergencia desarrollándose en tiempo real.
