Los últimos mensajes del evangelio han encendido el debate sobre la responsabilidad social y la urgencia de elegir entre la búsqueda de bienes materiales o la entrega a Dios, destacando la importancia de adoptar la lógica del Reino para combatir la injusticia y la desigualdad que persisten en la sociedad.
La enseñanza crucial del evangelio de hoy
El pasaje de Lucas 16, 1-13 plantea una advertencia directa: «No pueden ustedes servir a Dios y al dinero». Esta reflexión destaca la incapacidad de vivir en dos mundos cuando uno de ellos se sustenta en la injusticia, el egoísmo y el afán desmedido por acumular riquezas. La parábola del administrador infiel, que reduce las deudas para asegurarse un futuro, evidencia cómo la lógica del mundo prioriza el beneficio propio incluso a costa de la ética.
El papa Francisco y líderes católicos han resaltado esta enseñanza para alertar sobre la creciente desigualdad y la necesidad imperiosa de priorizar la solidaridad y la justicia social en México y el mundo.
La lucha contra la injusticia: mensaje de Amós y Timoteo
La primera lectura de Amós 8, 4-7, muestra con crudeza la explotación a los pobres: reducción de medidas, aumento de precios y manipulación económica que condenan a los más vulnerables a la pobreza extrema. El Señor promete que nunca olvidará estas acciones injustas.
En la segunda lectura, 1 Timoteo 2, 1-8, se exhorta a orar por todos, especialmente por las autoridades, para que se fomente la paz y la vida tranquila, basada en un respeto profundo hacia el prójimo, una condición para construir sociedades más justas y humanas.
La lógica del Reino: un llamado urgente a la transformación personal y social
El P. Alexander Zatyrka, SJ, del ITESO, subraya que quienes viven bajo la lógica del Reino no se rigen por la competencia o el egoísmo, sino por valores como el amor, la generosidad y la mansedumbre. Este llamado cobra especial relevancia en México, donde la desigualdad económica y social representa un reto diario. El sacerdote insiste en que el verdadero tesoro no son los bienes materiales, sino las relaciones humanas basadas en el amor y la solidaridad.
Esta enseñanza plantea a los mexicanos una pregunta urgente: ¿Qué inteligencia eliges vivir, la del mundo o la del Reino? Esta reflexión debe acompañar las decisiones personales y colectivas para promover un México más justo y humano.
Impacto inmediato y próximos pasos
El mensaje del evangelio resuena con fuerza en tiempos donde las desigualdades económicas siguen en aumento y la corrupción parece enriquecerse a costa de los más pobres. La invitación es clara y urgente: adoptar la sabiduría del Reino para ser administradores fieles que prioricen el bienestar común sobre las ganancias personales.
Organizaciones eclesiales y sociales en México están reforzando campañas para promover esta conciencia, haciendo un llamado a los líderes políticos y a la sociedad en general a actuar con justicia y solidaridad. Esta semana se esperan nuevas iniciativas de grupos católicos y civiles para impulsar cambios concretos en la distribución de la riqueza y el respeto por los derechos de los más vulnerables.
El evangelio de hoy no es solo una enseñanza religiosa, sino un llamado a la acción inmediata para transformar México, donde la lógica del dinero no desplace la lógica del amor y la justicia social.