Nuevos reportes confirman que el influencer estadounidense Mike Holston, conocido como Real Tarzán, enfrenta una seria investigación en Australia por manipular cocodrilos salvajes en videos que han generado indignación internacional. Las grabaciones, realizadas en Lockhart River, en la península del Cabo York, muestran acciones que han sido catalogadas de “increíblemente crueles”.
En los cuatro días previos al 11 de septiembre de 2025, Holston, de 31 años, publicó en su cuenta de Instagram, donde cuenta con más de 15 millones de seguidores, clips donde interactúa de manera peligrosa con cocodrilos de agua dulce y salada. En uno de los videos, se le ve saltando de un bote y persiguiendo a un cocodrilo, mientras que en otro, se enfrenta a un joven cocodrilo de agua salada. Durante estos encuentros, el reptil muerde su brazo, provocándole una herida sangrante.
Las acciones de Holston han sido condenadas por autoridades de Queensland y organizaciones de protección animal. La organización Community Representation of Crocodiles (CROC) declaró que este comportamiento es “angustiante para el animal y es ilegal” según la Ley de Conservación de la Naturaleza, que prohíbe manipular especies protegidas sin autorización.
“Cuando se promueve en grandes plataformas sociales, sienta un precedente peligroso”,
afirmaron desde CROC.
La presión para deportar a Holston se intensifica. PETA Australia lo calificó de “increíblemente cruel” y pidió su prohibición de reingresar al país. David Crisafulli, primer ministro de Queensland, criticó duramente su conducta y advirtió que “convertir este tipo de acciones en un modelo de negocio” es insostenible.
El marco legal en Queensland es claro: manipular cocodrilos sin permisos puede resultar en multas de hasta $17,000 dólares. A pesar de esto, las sanciones actuales son vistas como insuficientes frente a los beneficios económicos que obtienen quienes monetizan este tipo de contenidos en redes sociales.
La controversia ha resonado en el ámbito digital, donde muchos australianos han expresado su rechazo a las acciones de Holston. Un usuario comentó: “Eso es tan cruel, ese pobre animal está muy angustiado. Espero que lo deporten”. La mayoría de las reacciones condenan la alteración del hábitat natural de los cocodrilos por entretenimiento.
La trayectoria de Holston, caracterizada por su exposición a situaciones de alto riesgo con animales salvajes, ha puesto en entredicho los límites legales y éticos de este tipo de contenidos. Su audiencia internacional se construyó a partir de encuentros peligrosos con diversas especies, pero esta reciente controversia está provocando un cambio en la percepción pública.
El Departamento de Medio Ambiente de Queensland ha confirmado que la investigación sigue en curso, subrayando la gravedad de interferir con cocodrilos en el estado. Este tipo de conductas, además de ser ilegales, representan un riesgo significativo tanto para las personas como para la fauna silvestre. La comunidad internacional observa con atención cómo se desarrollan los acontecimientos y qué sanciones se tomarán contra Holston.