Integrantes de la agrupación Doroteo Arango manifestaron su disposición a ser investigados para demostrar que no portan armas de fuego, luego de la balacera ocurrida el pasado viernes afuera del Estadio Cuauhtémoc, que dejó como saldo una persona sin vida. Este incidente se produjo en el contexto de una disputa por espacios de trabajo entre vendedores ambulantes.
En una conferencia de prensa llevada a cabo el lunes, el representante de la organización, Luis Flores, hizo un llamado a la administración municipal para que intervenga y promueva el diálogo con otras agrupaciones, con el fin de evitar futuros conflictos por los lugares de venta. Flores responsabilizó a Xihuel Sarabia, líder de la Unión Popular de Vendedores Ambulantes (UPVA) 28 de Octubre, por cualquier eventualidad que les pudiera suceder, ya que aseguraron haber sido amedrentados por personas cercanas a él.
Contexto del Conflicto
A pesar de que uno de sus compañeros resultó herido en un pie, Flores descartó que su agrupación presente denuncias en relación con la balacera. En su relato de los hechos, mencionó que había propuesto un diálogo a Sarabia para acordar la distribución de espacios para los “cuidacoches” durante el partido de fútbol, pero dicha invitación no fue atendida y, en cambio, llegaron miembros de la UPVA armados.
Flores subrayó la necesidad de que la administración municipal actúe como mediadora entre la Doroteo Arango y otros grupos, para prevenir conflictos en el futuro sobre los espacios de venta en la vía pública. Actualmente, la agrupación cuenta con aproximadamente 1,500 agremiados que laboran en diferentes áreas, incluyendo las colonias San Manuel, Zaragoza, Tras Cerritos, Del Valle, De los Ángeles, Loma Bella, Paraiso, Chapultepec, Las Ánimas y en las inmediaciones de Plaza San Pedro.
Este conflicto pone de manifiesto la tensión existente entre las organizaciones de vendedores ambulantes en la ciudad, un tema que requiere atención inmediata para garantizar la seguridad y el bienestar de todos los involucrados.