La ciudad de Rosario amaneció este jueves envuelta en un denso olor a humo que se esparció por diversos barrios, generando preocupación entre sus habitantes. Desde las costas del río Paraná, tanto en Rosario como en Granadero Baigorria, se podían observar claramente columnas de humo gris que se elevaban desde las islas del Delta. Este fenómeno, visible incluso desde puntos alejados del centro urbano, ha reavivado el temor por el avance del fuego sobre un ecosistema tan frágil como lo es el humedal del Delta.
Según informó Pablo Aceñolaza, director de Áreas Protegidas de Entre Ríos, se han detectado cinco focos ígneos activos en distintas ubicaciones del Delta. Tres de estos focos se localizan al sur de la traza, a 7 y 8 kilómetros de la orilla del río, mientras que los otros dos se encuentran más al norte: uno a 5 kilómetros y otro a aproximadamente 19 kilómetros, ya en el interior del territorio isleño. “Los estamos monitoreando, seguimos la evolución de los mismos”, aseguró Aceñolaza en declaraciones a Radio 2.
Las imágenes satelitales han corroborado la magnitud de la situación. Marcos Escajadillo, secretario de Protección Civil de la provincia de Santa Fe, mencionó que “son al menos tres focos activos detectados por imágenes satelitales” y que la principal hipótesis que manejan las autoridades es que los incendios podrían haber sido provocados intencionalmente. “Desde ayer estamos en contacto con Defensa Civil y Ambiente de Entre Ríos, ya que se trata de jurisdicción de esa provincia”, explicó Escajadillo en diálogo con La Marca de la Almohada, por Radio UNR.
El acceso terrestre a los focos de incendio es prácticamente inviable tanto para los bomberos como para los brigadistas, lo que complica aún más la situación. Aceñolaza indicó que los puntos críticos “son inaccesibles” para el combate por tierra. Ante esta dificultad, ya se ha preparado un avión hidrante en Concordia, esperando que sea necesario realizar una intervención aérea. Por el momento, las autoridades están observando la evolución natural del fuego, con la esperanza de que el nivel medio del río Paraná ayude a extinguirlo por sí solo.
Desde Santa Fe, Escajadillo destacó que la coordinación con las autoridades federales es constante. La Agencia Federal de Emergencias, la Prefectura Naval y la Armada Argentina están colaborando en el seguimiento del fenómeno, aunque por ahora no se ha requerido una intervención directa de las brigadas santafesinas. Sin embargo, ante la sospecha de que el origen del fuego sea humano, la Justicia Federal ya ha intervenido, ordenando tareas de patrullaje y búsqueda de personas en la zona para intentar identificar a posibles responsables.
La posibilidad de que estos incendios hayan sido provocados no es un tema menor. Aceñolaza fue contundente: “Estos fuegos de ahora son antrópicos seguro. Son producidos por el hombre, no por un rayo”. Aclaró que no se han registrado fenómenos meteorológicos que pudieran haber generado fuego de forma natural, y descartó hipótesis poco frecuentes como el efecto lupa provocado por una botella abandonada. En cambio, mencionó posibles motivaciones que van desde el rebrote de pasturas para uso ganadero hasta acciones intencionales con ánimo de daño o simples descuidos, como un asado mal apagado.
Este período del año es particularmente crítico para los incendios en la zona de islas. “Estamos entrando en el período de incendios de islas. Vamos a ver que entre julio y principio de noviembre es cuando tenemos la mayor recurrencia de incendios en el Delta”, advirtió Aceñolaza. La combinación de vegetación predispuesta por las heladas, la escasa humedad y la intervención humana configuran un escenario propicio para la expansión del fuego.
La complejidad para identificar a los autores de estos incendios persiste. Aceñolaza explicó que, dentro del territorio entrerriano, se han labrado actas y multas a propietarios, pero resulta complicado probar la autoría. “No se puede comprobar el origen porque cubren más de uno o dos propietarios y nadie se hace cargo del fuego. Están en el centro del humedal, no hay camino para llegar de forma rápida para identificar un responsable”, reconoció.
Desde el Gobierno de Santa Fe también se han enfatizado los esfuerzos por mejorar la capacidad de respuesta ante este tipo de emergencias. Escajadillo detalló que recientemente se han invertido más de 2.000 millones de pesos en equipamiento y capacitación para la Brigada Forestal de la provincia. Además, se ha iniciado un proceso de licitación para adquirir un avión hidrante propio, lo que permitiría una intervención más ágil ante emergencias en zonas de difícil acceso.
En medio de todo esto, se recuerda que el presidente Javier Milei firmó el Decreto 463/2025, que eliminó el Fondo Nacional del Manejo del Fuego, una herramienta que hasta entonces permitía coordinar y financiar acciones preventivas y operativas contra incendios forestales en todo el país. “Los focos en este terreno —por sus características— no se prenden solos”, insistió Escajadillo, quien pidió cautela en las declaraciones, pero fue enfático al señalar que, hasta el momento, “todo indica que hubo intención” detrás de estos incendios.
