Nuevos modelos de crecimiento económico rompen esquemas con destrucción creativa
El Premio Nobel de Economía 2025 fue otorgado a Joel Mokyr, Philippe Aghion y Peter Howitt, quienes presentaron avances cruciales en el entendimiento del crecimiento sostenido a través del progreso tecnológico y la llamada destrucción creativa. Este concepto económico pone énfasis en cómo la innovación sustituye continuamente procesos y productos viejos por otros mejores, impulsando la productividad y reduciendo costos.
Joel Mokyr, profesor de la Universidad de Northwestern en Estados Unidos, destacó que el progreso tecnológico es el prerrequisito indispensable para un crecimiento económico estable. Por su parte, Philippe Aghion, de la London School of Economics, junto con Peter Howitt, de la Universidad de Brown, se enfocaron en el rol de la destrucción creativa, un término acuñado por el influyente economista austriaco Joseph A. Schumpeter.
Destrucción creativa: el motor invisible detrás de la evolución empresarial
Schumpeter explicó que la destrucción creativa sucede cuando las nuevas tecnologías sustituyen a las antiguas, haciendo que las empresas produzcan más y mejor con menos recursos. La consecuencia directa es una reducción en costos de producción que se traduce en menores precios para los consumidores y mayores ganancias para los empresarios.
Un ejemplo emblemático viene de las décadas de los 80 y 90 con los radiolocalizadores, conocidos como “beepers” o pagers, máquinas que en su auge tenían un precio promedio de 300 dólares y un servicio mensual de 22.50 dólares. Una década después, el precio del dispositivo cayó a 60 dólares y el servicio a 8.50 dólares, gracias a la invención de métodos más económicos de producción.
Este fenómeno no solo provocó que los radiolocalizadores se abarataran, sino que las empresas vendieran más, aumentando sus ganancias en términos absolutos. La destrucción creativa hizo posible la sustitución de procesos costosos por otros más eficientes motivados por el afán de lucro empresarial, explicó Aghion durante su presentación.
De los radiolocalizadores a los teléfonos celulares: más que destrucción, sustitución creativa
Los radiolocalizadores desaparecieron porque fueron reemplazados por una tecnología superior: los teléfonos celulares. Aunque Schumpeter calificó este proceso como destrucción creativa, en realidad se trata de una sustitución creativa, donde el nuevo producto no destruye al anterior sino que lo sustituye al ofrecer una mejor solución a las necesidades de comunicación.
Este cambio tecnológico es muy relevante para México y el mundo, pues refleja cómo la innovación impulsa la economía real afectando la vida cotidiana de millones de consumidores y empresarios.
¿Qué sigue para la economía global y México?
La teoría y evidencia que han aportado Mokyr, Aghion y Howitt subraya la importancia de incentivar la innovación/productividad para mantener el crecimiento económico. Para México, esto implica un reto y una oportunidad: fomentar la empresarialidad y la adopción tecnológica para no quedar rezagados en esta nueva dinámica.
En las próximas semanas se espera un análisis más profundo sobre cómo estas teorías impactan sectores claves en México como la manufactura, telecomunicaciones y energía, junto con recomendaciones para políticas públicas que impulsen una nueva era de crecimiento sustentable.
La destrucción creativa no es solo teoría económica, está transformando el mundo hoy.