En 1961, los habitantes de Jalapa del Marqués, un pueblo en el estado de Oaxaca, fueron desalojados de sus viviendas debido a la construcción de la presa Presidente Benito Juárez. Esta obra hidráulica inundó intencionadamente la localidad con 947 hectómetros cúbicos de agua proveniente de los ríos Tehuantepec y Tequisistlán.
A pesar de la inundación, un antiguo templo construido por frailes dominicos en el siglo XVI ha logrado permanecer en pie. Este edificio, conocido como la “iglesia fantasma”, aparece cada año cuando el nivel de la presa disminuye. Se ha convertido en un atractivo turístico notable y un vínculo entre la historia y el presente.
Cada año, numerosos visitantes se trasladan a Jalapa del Marqués para presenciar el templo que surge de las aguas. Para muchos, este fenómeno es un espectáculo visual impresionante. Lo primero que se observa del templo son sus dos cúpulas, seguido por los muros con elegantes columnas y, por último, las bóvedas de la entrada.
Los residentes, como Armando Olivera, de 52 años, están acostumbrados a ver el templo emerger. “Sale a la luz cada año, siempre en esta temporada, cuando ya no hay lluvia y hay sequía”, comentó en 2016, recordando que en el pasado fue posible avistar el edificio en su totalidad. “Es raro verlo tan completo”, afirmó.
El templo de la misión dominica de la Asunción es la única construcción que se mantiene asociada a lo que los lugareños llaman “Jalapa Viejo”, fundado alrededor de 1480. Según La Claqueta, antes de ser sumergido, este pueblo era próspero. Sin embargo, a inicios de la década de 1960, la administración de Adolfo López Mateos decidió reemplazar el asentamiento con una presa que aprovechara el potencial de los ríos Tehuantepec y Tequisistlán.
En enero de 1961, la población fue reubicada a las orillas de la carretera federal Cristóbal Colón, y se construyó la presa. En noviembre de 1962, se publicó en el Diario Oficial de la Federación la creación del Distrito de Riego 019, con el propósito de “abrir más campos al cultivo y ampliar las posibilidades de progreso a miles de ciudadanos en todo el Istmo”.
A pesar de que uno de los municipios beneficiados por este proyecto fue Salina Cruz, los habitantes de Jalapa Viejo recibieron tierras de menor calidad, lo que resultó en una disminución en la producción agrícola. Como consecuencia, muchos tuvieron que cambiar de actividad o emigrar en busca de mejores oportunidades.
En la actualidad, más de 11,000 personas residen en Jalapa del Marqués. Para llegar desde la capital, Oaxaca de Juárez, es necesario recorrer 220 kilómetros, lo que implica un viaje de aproximadamente 3 horas y 15 minutos en automóvil. Además del templo sumergido, otro atractivo de la localidad son las mojarras.
Imagen de portada: Señor Blue en Facebook.
