Nuevos reportes destacan que la inteligencia artificial (IA) por sí sola no basta para transformar a las empresas y alcanzar la innovación en el mundo actual altamente tecnificado. La interacción humana y la proximidad física siguen siendo factores esenciales para el intercambio efectivo de conocimientos y para la creación de capacidades organizacionales únicas.
La dra. Laura Zapata Cantú, Decana Asociada Académica de la Escuela de Negocios del Tecnológico de Monterrey, advierte que las empresas deben ir más allá del simple uso de IA y apostar por fortalecer las relaciones humanas. En entrevista para Forbes México, explica que la rápida adopción de tecnologías como la IA necesita de un alto grado de intervención humana para generar algoritmos adecuados, así como para mantener la comunicación, la confianza y la creatividad dentro de los equipos.
El reto de la IA frente a la interacción humana
La IA puede ofrecer dos tipos de resultados clave en las empresas: resultados de decisión basados en datos y resultados de solución que plantean acciones alternativas mediante análisis de datos y conjeturas. Sin embargo, esta tecnología también plantea riesgos, como la pérdida de la interacción humana imprescindible para la innovación, la socialización y la solución de problemas.
Para Zapata Cantú, el intercambio de conocimientos tácitos, aquellos basados en experiencia y emociones, no puede ser fácilmente codificado o sustituido por algoritmos. Por ello, la proximidad física y las interacciones repetidas entre colaboradores fortalecen no solo los vínculos sociales, sino también la calidad de la comunicación y la capacidad para innovar rápidamente.
Socialización y tecnología: un balance necesario
En un entorno empresarial global y disperso geográficamente, las organizaciones enfrentan el desafío de mantener estas redes de interacción social mientras despliegan nuevas tecnologías. Plataformas como Slack o Yammer integran funciones de IA para fomentar la inteligencia colaborativa, estimular la creatividad y crear memorias compartidas, algo inalcanzable con sistemas tradicionales.
Pero esta transformación tecnológica exige que las empresas promuevan una cultura organizacional abierta, que impulse la socialización como proceso estratégico y que ofrezca capacitación para que los profesionales no solo compartan datos, sino también experiencias.
Innovación y desarrollo humano en la era digital
La doctora recalca que hoy la dimensión humana en la estrategia de IA implica un “redescubrimiento de las personas”. El éxito de las organizaciones dependerá de su capacidad para fomentar habilidades de conexión, cooperación y comunicación efectiva que integren la toma de decisiones humana con los procesos autónomos de la tecnología.
Además, la IA complementa la toma de decisiones humana al aumentar la racionalidad perceptual con datos y potenciar la creatividad usando metodologías específicas. El balance entre tecnología y proximidad humana se vuelve entonces un imperativo para sobrevivir y prosperar en un mundo organizado por algoritmos.
¿Qué sigue para las empresas mexicanas?
Ante este panorama, las empresas en México deben trabajar en fortalecer el intercambio de conocimientos tácitos que solo ocurre en la socialización y la interacción cara a cara. La capacitación para las nuevas habilidades digitales, junto con un ambiente que valore el contacto humano, será clave para aprovechar la IA sin perder el valor de las relaciones personales.
La reinvención del entorno laboral, combinando avances tecnológicos con cercanía y trabajo en equipo, es la fórmula que expertos como la dra. Zapata Cantú proponen para mantener la innovación activa y competitiva.
“Las organizaciones deben implementar tácticas de socialización para mejorar el entorno humano en un mundo altamente tecnológico,” afirma la doctora Zapata Cantú.
En definitiva, la interacción humana no es una reliquia del pasado, sino el motor fundamental para que la inteligencia artificial no sea un obstáculo sino una oportunidad que potencie la creatividad y la innovación en las empresas mexicanas y globales.