La Libertad Avanza y el PRO incrementan la presión para que Axel Kicillof y el peronismo acepten la adopción de la Boleta Única en las elecciones bonaerenses de 2027. Tras el triunfo nacional usando este sistema, ambos espacios políticos buscan incluir el proyecto en la agenda de las últimas sesiones legislativas del año en la provincia de Buenos Aires.
El debate cobra fuerza justo cuando se discuten temas clave como el presupuesto 2027 y el endeudamiento provincial. Un legislador del PRO señaló a Infobae que pondrán “la Boleta Única arriba de la mesa” y que ahora será Kicillof quien deberá justificar su rechazo a un sistema “que quedó demostrado funciona”. Según este referente opositor, el rechazo radica en que el sistema actual fortalece “el bolsón punteril” y la movilización de votantes mediante métodos tradicionales.
El reto electoral y la resistencia del peronismo
La propuesta de implementar la Boleta Única fue formalmente presentada por bloques del PRO, UCR + Cambio Federal y Coalición Cívica a mediados de 2024. El proyecto está en riesgo de perder estado parlamentario si no se discute este año, por lo que la oposición anunciará que intentará incorporarlo al temario de las próximas sesiones. No obstante, desde la oposición bonaerense reconocen la dificultad de lograr consenso: “No tenemos los números, y el peronismo jamás querrá este formato”, aseguraron.
El senador Alex Campbell destacó que “la Boleta Única demostró en las últimas elecciones nacionales que funciona”, y subrayó beneficios como “menos papel, menos confusión, mayor agilidad, transparencia y democracia”. Campbell insistió en que “los bonaerenses merecemos reglas claras y modernas al votar”.
Kicillof y el peronismo defienden el sistema actual
Por su parte, Axel Kicillof criticó la Boleta Única tras votar el pasado domingo, argumentando que el sistema tradicional “es más barato” y “asegura la transparencia”. Añadió, además, que la Boleta Única produce confusión entre los votantes, especialmente por ser un método nuevo para muchos municipios. “No existe problema de fraude y la boleta partidaria cuesta menos”, sentenció.
El intendente de Ensenada, Mario Secco, fue aún más duro y calificó la elección con Boleta Única como “una porquería”, asegurando que “la gente no entendió esta nueva forma de votar” y que el peronismo perdió votos por ello.
Respaldo de la oposición y líderes libertarios
El intendente de Tres de Febrero y líder del espacio libertario, Diego Valenzuela, rechazó las críticas y calificó los argumentos oficialistas como “burdos, increíbles y patéticos”. En diálogo con Infobae, afirmó que la experiencia nacional reciente abre “espacio y estímulo” para trasladar el sistema a elecciones provinciales.
Valenzuela destacó además que la Boleta Única “liberó a la gente de los aparatos”, ejemplificando con la caída de 200,000 votos de Fuerza Patria en la tercera sección electoral, una región crítica donde gobierna ese partido.
Por su parte, el propio Javier Milei celebró la implementación de la Boleta Única de Papel en su discurso post-comicios, resaltando que “termina con la trampa” y representa un avance hacia un sistema “democrático y transparente”.
La Boleta Única, entre modernización y polémica política
Desde el PRO también resaltaron que esta fue la primera elección con Boleta Única de Papel, un método que impulsa desde hace años y que consideran clave para un sistema electoral “más transparente, moderno y ágil”.
La discusión ahora se traslada a la Legislatura bonaerense, donde la presión de opositores se intensificará para reproducir el éxito nacional en los comicios provinciales. Mientras tanto, Kicillof y sus aliados peronistas mantienen el rechazo, argumentando costos y confusión.
Para los mexicanos interesados en reformas electorales y sistemas de votación, este debate en Buenos Aires refleja los desafíos universales de modernizar procesos electorales que impactan tanto en la transparencia como en la distribución del poder político.
Lo que sigue: Queda poco tiempo para que el proyecto de Boleta Única sea tratado antes de que pierda estado parlamentario en diciembre; la pulseada política promete meses intensos en la Legislatura bonaerense.































































