El clima en Córdoba ha sorprendido a sus habitantes con una inesperada caída de las temperaturas, ofreciendo un respiro temporal del intenso calor que caracteriza a la región en pleno julio. Este sábado, los termómetros marcan un descenso significativo, con máximas que no superarán los 32 grados, una mejora notable en comparación con los 34 grados registrados el día anterior.
Desde la madrugada, la ciudad ha experimentado temperaturas en torno a los 20 grados, lo que ha permitido disfrutar de una mañana fresca, a pesar de los cielos parcialmente nublados. A medida que avanza el día, se espera que las nubes den paso a un sol más radiante, aunque la tendencia general para este sábado será de temperaturas más bajas que las habituales.
Las proyecciones meteorológicas indican que las mínimas en Córdoba se mantendrán entre los 17 y 32 grados, mientras en localidades cercanas como Lucena, Pozoblanco y Priego de Córdoba, las temperaturas se moverán entre 15 y 28 grados. Sin embargo, esta anomalía climática no durará mucho tiempo. La llegada del domingo marcará el inicio de un repunte en las temperaturas, con máximas que podrían alcanzar hasta los 37 grados.
A partir del domingo, Córdoba comenzará a recuperar su patrón estival habitual, con cielos despejados y un aumento progresivo en las temperaturas máximas, que se prevén en ascenso hasta alcanzar los 40 grados al inicio de la próxima semana. Este cambio de clima se reflejará también en localidades como Lucena, donde se estiman temperaturas entre 16 y 33 grados, y en Pozoblanco, que oscilarán entre 16 y 34 grados.
El Servicio Meteorológico de España, Aemet, ha indicado que este ligero descenso en las temperaturas es solo un respiro temporal en un mes que, tradicionalmente, se caracteriza por su calor extremo. Así, la comunidad de Córdoba se prepara para una rápida recuperación del calor, lo que obligará a los ciudadanos a volver a buscar maneras de mitigar el impacto de las altas temperaturas.
La transición de este clima más templado a las condiciones veraniegas típicas también puede tener implicaciones en la salud pública, especialmente para las poblaciones más vulnerables. Las autoridades locales han instado a la población a mantenerse hidratada y a evitar la exposición prolongada al sol en las horas pico.
A medida que avanzamos en julio, los cambios en el clima de Córdoba reflejan las variaciones que se han experimentado en los últimos años, donde los extremos climáticos parecen volverse cada vez más frecuentes. Por lo tanto, es fundamental que tanto los ciudadanos como las autoridades se adapten a estas nuevas realidades climáticas, preparándose para enfrentar un verano que promete ser intenso.