La llegada del otoño trae consigo nuevos sabores al café, y Lyncott ha decidido reinterpretar esta temporada con sus cremas especiales: Pumpkin Spice y Pan de Muerto. Estos sabores no solo añaden un toque especial a la bebida diaria, sino que también ofrecen una experiencia sensorial que conecta tradición e innovación.
En México, el café es más que una simple bebida; actúa como un idioma común que acompaña diversas ocasiones, desde el inicio del día hasta las sobremesas familiares. Durante el otoño, las personas buscan sabores que evoquen recuerdos y momentos de confort. Así, la mezcla de las tradiciones mexicanas con tendencias globales se convierte en un atractivo irresistible para los consumidores.
Con la campaña “Dale la vuelta a la temporada”, Lyncott transforma la experiencia del café en un ritual que evoca la identidad cultural. La crema de Pan de Muerto presenta notas cálidas y especiadas, evocando las festividades del Día de Muertos, mientras que la Pumpkin Spice trae consigo los sabores típicos de la temporada en otras partes del mundo, como la canela y el clavo.
Estos sabores no solo realzan el café, sino que también pueden ser utilizados como un “ingrediente secreto” en postres, bebidas frías y repostería casera, ampliando las formas de disfrutar la temporada desde el hogar. La experiencia del café se redefine, convirtiéndose en un reflejo del estado de ánimo y una conexión con la memoria colectiva de la cultura.
La visión de Lyncott va más allá de añadir sabores. Según Eduardo Madrazo, Gerente de Mercadotecnia de la empresa, el café es un medio para contar historias y las cremas están diseñadas para resaltar el sabor y transformar la rutina en experiencias significativas. Cuando un sabor de temporada se integra a un ritual, se genera una conexión emocional que perdura en la memoria de las personas.
La temporada de otoño no se detiene en noviembre, ya que la marca planea lanzar ediciones inspiradas en el invierno, como el Irish Creamy Café de Olla, ideal para los días fríos que invitan a disfrutar de una taza humeante en compañía de seres queridos. Este enfoque natural permite una transición suave de los sabores especiados del otoño hacia los acentos cremosos y festivos del final del año, manteniendo la autenticidad y la innovación al mismo tiempo.
Estas ediciones especiales demuestran que el café de casa puede ser tan expresivo como el que se ofrece en una cafetería. La categoría está en crecimiento, impulsada por aquellos que dominan su propio ritual de café y buscan sabores que complementen su día a día. Lyncott reinterpreta este comportamiento, transformando lo cotidiano en algo extraordinario y haciendo de cada taza un lienzo para la temporada. En los meses fríos, pocas cosas cuentan una historia tan bien como un buen café, especialmente con el toque perfecto de temporada.






























































