Venezuela amaneció este 1 de octubre con luces, villancicos y adornos navideños instalados en plazas, avenidas y oficinas públicas, una medida que marca el adelanto oficial de la Navidad por dos meses.
La decisión fue anunciada y confirmada por el presidente Nicolás Maduro en su programa semanal Con Maduro +, transmitido por el canal estatal VTV. “Es tiempo de paz, de unión y de esperanza. Hoy comienza la Navidad en todo el país”, declaró Maduro al inaugurar las festividades un mes antes de lo habitual.
Esta iniciativa forma parte de una estrategia reiterada para dinamizar la economía y aportar alegría en medio de la crisis económica y social que afecta a millones de venezolanos. Según Maduro, esta medida busca también fortalecer la cultura nacional y activar el comercio interno en un momento delicado para la nación.
En las calles de Caracas y otras ciudades, los árboles de Navidad y luces navideñas ya decoran el paisaje urbano, mientras autoridades locales organizan celebraciones públicas. El gobierno además promete intensificar la distribución de programas sociales y alimentos durante este periodo festivo prolongado.
Criticas desde la Iglesia y usuarios en redes
La decisión ha encendido las críticas. La Iglesia católica salió a cuestionar el uso político de una festividad religiosa, advirtiendo que la Navidad no debería “manipularse con fines ajenos a su significado espiritual”. Para la institución, la cultura espiritual de esta celebración no puede mezclarse con intereses partidistas o propagandísticos.
En redes sociales, el impacto fue inmediato y la reacción dividida. Mientras algunos usuarios celebran el ambiente festivo adelantado, otros han respondido con irónica indignación resaltando la crisis cotidiana y la desconexión entre la retórica gubernamental y la realidad. Un post que se hizo viral en X (antes Twitter) dice:
“En mi casa no hay luz ni agua, pero ya es Navidad”
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Contexto y siguiente paso
Este no es el primer año que Maduro adelanta la Navidad en Venezuela. La práctica se repite desde hace algunos años con la intención de impulsar el consumo interno y mejorar la moral de la población. Sin embargo, la crisis económica —con altos índices de inflación, escasez de servicios públicos y pobreza— pone en duda la efectividad real de esta medida.
Para México y otros países de la región, el adelanto de la Navidad en Venezuela representa un reflejo más de la profunda complejidad social y política que vive el país sudamericano, afectando también la percepción internacional sobre estabilidad y gobernabilidad.
Lo que sigue será la evolución de esta campaña gubernamental, el impacto en el comercio y la distribución de programas sociales anunciados, así como el efecto que tendrá en la opinión pública dentro y fuera de Venezuela.
Esta Navidad anticipada se ha convertido en un fenómeno que mezcla fe, política y economía, mientras millones de venezolanos enfrentan desafíos diarios para vivir una temporada festiva con esperanza real.