Recién anunciados, los ganadores de la primera edición del certamen musical “México Canta por la Paz y contra las Adicciones” han irrumpido con fuerza en la escena cultural nacional al demostrar que la música joven puede ser un vehículo de esperanza y combate a la violencia.
La gran final se desarrolló ayer en el emblemático Teatro de la Ciudad Esperanza Iris en la Ciudad de México, epicentro de un evento organizado por el gobierno capitalino bajo la presidencia de Claudia Sheinbaum. Este concurso reunió a cientos de jóvenes intérpretes y compositores de México y Estados Unidos, convocando así una poderosa muestra de talento cruzando fronteras.
Más de 222 mil votos respaldan el cambio en la música joven
Durante el pulso decisivo entre los 9 finalistas, el público votó masivamente, sumando 222 mil 000 votos en la página oficial del certamen, que junto a un jurado especializado, encabezado por el Consejo Mexicano de Música, validó a los ganadores en tres categorías clave.
Sergio Maya, originario de Hidalgo, se alzó con el reconocimiento a la Mejor Interpretación al obtener más de 122 mil votos. Su premio fue entregado por la reconocida cantautora Majo Aguilar, simbolizando un espaldarazo para el talento emergente que apuesta por mensajes positivos.
Por su parte, Carmen María, talentosa cantautora de Tijuana con más de 100 mil votos, recibió el galardón a la Mejor Composición, entregado por la cantautora América Sierra y la compositora Mónica Vélez. Su obra destaca por alejarse de narrativas violentas para promover la paz y la esperanza.
Premio del jurado impulsa nueva producción musical
En un tercer reconocimiento, el premio otorgado por el jurado especializado fue para Galia, también originaria de Tijuana, Baja California. El músico Roberto Guadarrama, de la icónica banda Los Bukis, entregó el premio que incluye la producción de un LP con 12 canciones, abriendo una nueva puerta para la difusión de propuestas artísticas alternativas al discurso violento.
Los premios para Mejor Interpretación y Mejor Composición incluyen contratos con editoras nacionales, transnacionales o independientes, garantizando el respaldo a los jóvenes ganadores para su consolidación profesional.
Este concurso marca un antes y después en la música juvenil al romper con la apología a la violencia y al posicionar la música como una herramienta activa contra las adicciones y la inseguridad.
El certamen “México Canta por la Paz y contra las Adicciones” no solo reivindica el talento nacional, sino también el compromiso social de una generación emergente que busca transformar con arte y mensaje.
A medida que se concreten las grabaciones y se difundan las producciones, será vital seguir de cerca cómo esta iniciativa impacta en el público joven y en el panorama musical mexicano.
“Es fundamental mostrar que los jóvenes son capaces de crear con mensajes que aporten a la construcción de paz,” afirmó un representante del Consejo Mexicano de Música.