México ante la urgencia de crear cooperativas macroeconómicas para proteger recursos
Joaquín H. Vela González, destacado economista, lanza una alerta inmediata sobre la necesidad de emprender cooperativas de gran escala en México para detener el saqueo de recursos naturales por extranjeros y mexicanos vinculados a la explotación minera.
En pleno 2025, la situación es crítica: México continúa otorgando concesiones mineras y petroleras a empresas que extraen riqueza para el exterior o para mano privada, mientras otras naciones, como Estados Unidos, aplican modelos donde las ganancias energéticas se canalizan directamente a beneficios sociales o ciudadanos, por ejemplo en Texas y Alaska.
¿Por qué México debe actuar ahora?
El modelo estadounidense descrito en “El socialismo al estilo estadounidense” por Gar Alperovitz y Thomas M. Hanna evidencia cómo cooperativas o fideicomisos públicos-productivos pueden fortalecer la economía local y social. México, con su artículo 25 constitucional, reconoce tres agentes económicos: el sector público, privado y social. Esto abre la puerta para una asociación público-social que hasta ahora no se ha aprovechado.
Vela González insiste en que deben implementarse proyectos cooperativos donde:
- Las comunidades dueñas de la tierra aporten terreno y trabajo.
- El Estado invierta capital y brinde asesoría técnica y administrativa.
- La administración del proyecto sea compartida equitativamente entre los actores.
Este modelo evitaría la expatriación de riquezas y frenaría el crecimiento de fortunas supermillonarias basadas en recursos nacionales.
Ejemplos mexicanos que inspiran
La historia mexicana cuenta con coopertativas exitosas que pueden ser ejemplos a escalar a nivel macroeconómico, como:
- La cooperativa Cemento Cruz Azul
- Refrescos Pascual
- La Confederación Cooperativa de Pesca de la República Mexicana, con más de un millón de socios
- Cooperativas financieras como Caja Popular Mexicana, Caja Morelia Valladolid y Alianza Cooperativa
- Sociedad Cooperativa Cupanda, exportadora de aguacate de Michoacán desde 1954
- Cooperativa Indígena Tosepan Titataniske, que agrupa a más de 38 mil familias en Puebla y trabaja agricultura orgánica, salud y educación
Estos ejemplos visibles revelan que la organización solidaria puede transformar comunidades enteras sin depender de empresas privadas ni extranjeras.
Proyectos prioritarios: minería, fertilizantes y energía
Entre las iniciativas urgentes destacan:
- Explotación minera en asociación público-social donde las comunidades participen en la propiedad y la toma de decisiones.
- Producción nacional de fertilizantes para acabar con la dependencia de importaciones costosas que afectan a los campesinos.
- Cooperativas para generación de energía eléctrica, solar y eólica utilizando terrenos comunales y ejidales, replicando modelos exitosos como las cooperativas eléctricas del estado de Tennessee.
Vela González critica la pérdida de oportunidades, por ejemplo, cuando el presidente AMLO propuso que trabajadores de las aerolíneas quebradas Mexicana y Aeromar formaran cooperativas con apoyo estatal, pero la idea fue descartada, perdiéndose así una experiencia vital que habría fortalecido el movimiento cooperativo.
Lo que está en juego para México
La transformación cooperativa no solo genera empleo digno y mayores ingresos para sus integrantes, sino que también aumenta la recaudación estatal y contribuye al desarrollo nacional de manera sostenible.
Además, impulsa una radical transformación mental para reconocer el potencial colectivo de los mexicanos, dejando atrás la cultura de dependencia y saqueo.
“Es imprescindible iniciar ya la construcción de grandes cooperativas macroeconómicas en México porque la demora solo beneficia a saqueadores nacionales y extranjeros” — Joaquín H. Vela González
¿Qué sigue?
El llamado es claro: autoridades, comunidades y sectores productivos deben coordinarse para lanzar proyectos cooperativos estratégicos esta misma año que permitan controlar y aprovechar las riquezas naturales y productivas de México para beneficio de su gente.
El tiempo está corriendo y cada día que pasa, el país pierde millones en recursos exportados y oportunidades de desarrollo social. Las cooperativas macroeconómicas son la alternativa urgente para recuperar el control y sembrar justicia económica en México.































































