La selección Sub-20 de México quedó eliminada del Mundial Sub-20 tras perder 2-0 ante Argentina en los cuartos de final, en un juego desarrollado con dominio absoluto del cuadro sudamericano.
Desde el inicio del partido, el combinado argentino estableció su autoridad. Al minuto 9, Matías Carrizo abrió el marcador con un disparo cruzado que superó al arquero mexicano, David Ochoa. Este gol tempranero desestabilizó al equipo dirigido por Eduardo Arce, quien vio cómo sus jugadores perdían el control del mediocampo y el dominio de la pelota.
Argentina controla el partido y amplía ventaja
La presión generada por Argentina obligó a México a realizar cambios forzados cuando Andrés Domínguez salió de la cancha tras un golpe, ingresando Héctor Camberos y modificando la estructura táctica del cuadro tricolor. Pese a estas adaptaciones, México no logró generar peligro real frente al arco rival.
Al minuto 56, Mauro Silvetti amplió la ventaja tras recibir un pase preciso de Julián Villalba, dejando a México con una desventaja difícil de remontar. El equipo mexicano intentó adelantar líneas y presionar para acortar la diferencia, sin embargo, la defensa argentina se mantuvo sólida y supo administrar el juego con inteligencia y calma.
El cierre tenso y polémico termina con expulsión tricolor
El cierre del partido estuvo marcado por la desesperación y tensión del equipo mexicano. En los minutos de compensación, al minuto 90+2, David Ochoa fue expulsado por una entrada fuerte. Poco después, otro jugador mexicano, T. Jiménez, recibió tarjeta roja, pero la sanción fue revertida tras intervención del VAR.
En total, el equipo tricolor acumuló cinco amonestaciones y cedió múltiples faltas, reflejando la presión y frustración que vivieron en el campo. Con todo, Yair Padilla irrumpió en la segunda mitad con energía, generando las dos oportunidades más claras para México, aunque el arquero argentino controló sin problemas ambos intentos.
Despedida amarga y lecciones para el futuro
Con este resultado, Argentina aseguró su lugar en semifinales del Mundial Sub-20, mientras que México se despide con muchas dudas, tras una actuación marcada tanto por destellos de buen fútbol como errores defensivos y falta de contundencia en ataque.
Los dirigidos por Eduardo Arce deberán reflexionar sobre lo sucedido para encarar futuros compromisos internacionales con mayor solidez y eficacia. La oportunidad para la juventud tricolor en la élite mundial se acabó, pero el camino hacia el crecimiento sigue abierto.
Esta derrota se suma a la historia deportiva de México en torneos juveniles, y ahora la expectativa se traslada a la reestructuración del proyecto formativo y la próxima generación de talentos.
