ACTUALIZACIÓN URGENTE: Moody’s ha revelado que, a pesar de la mejora en la calidad crediticia de las empresas argentinas y los gobiernos locales, persisten factores que limitan un avance significativo hasta 2026. La calificadora de riesgo asegura que las políticas de estabilización macroeconómica están dando frutos, pero las debilidades en reservas externas y la fragilidad institucional continúan siendo obstáculos importantes.
En julio, Moody’s elevó la calificación soberana a largo plazo de Argentina a Caa1 estable, lo que benefició a 13 empresas y 10 gobiernos locales y regionales. Sin embargo, el último informe señala que “las reservas externas débiles y la limitada apertura de la cuenta de capital aún son problemáticas”.
La situación también ha mejorado en términos de liquidez, gracias a la eliminación de controles cambiarios y la adopción de un nuevo programa con el Fondo Monetario Internacional (FMI), lo que ha aumentado la confianza de los inversores. Además, el EBITDA corporativo ha mostrado signos de recuperación, con una reducción del flujo de efectivo libre negativo.
El Banco Central de la República Argentina (BCRA) ha facilitado el acceso a los mercados internacionales de bonos, reflejando un cambio significativo en la dinámica del endeudamiento. En junio de 2025, más de la mitad de los USD 28,000 millones de deuda corporativa estaba colocada en el exterior.
Por otro lado, los gobiernos locales están mostrando señales de estabilización después de años de turbulencia, manteniendo el gasto por debajo de la inflación y logrando metas fiscales. En el sector de petróleo y gas, la producción está en aumento, lo que podría contribuir a estabilizar niveles de apalancamiento.
Moody’s proyecta que el PIB crecerá alrededor del 4.5% en 2025 y 3.5% en 2026, impulsado por un aumento en las exportaciones agrícolas y energéticas. Sin embargo, advierte que persisten desafíos estructurales que podrían amenazar la sostenibilidad del crecimiento.
En el contexto de la guerra comercial, Moody’s indica que las empresas argentinas enfrentan un riesgo medio o bajo, ya que la mayoría de sus ingresos son internos. Recientemente, Estados Unidos implementó un arancel del 10% a productos argentinos, inferior al de economías como Brasil y México, y se están llevando a cabo conversaciones bilaterales para eliminar aranceles en productos clave.
La situación financiera de Argentina sigue siendo un tema crítico a nivel internacional, con implicaciones directas para la confianza de los inversores. Los próximos meses serán clave para observar cómo estas dinámicas evolucionan y afectan el panorama económico del país.