ACTUALIZACIÓN URGENTE: La diputada federal de Movimiento Ciudadano, Laura Ballesteros, ha propuesto reducir la edad mínima para votar de 18 a 16 años, un tema que cobra relevancia en el contexto de la reforma electoral impulsada por la presidenta Claudia Sheinbaum. Durante una mesa de análisis con Azucena Uresti, Ballesteros subrayó la necesidad de que los jóvenes tengan mayor acceso a los espacios de poder, afirmando que “los jóvenes están listos, quieren tomar a México en sus manos”.
Ballesteros argumentó que tras conversaciones con el excandidato presidencial Jorge Álvarez Máynez y jóvenes universitarios, se ha llegado a la conclusión de que este sector está preparado para participar en los procesos electorales, pero no a través de las vías tradicionales. “Proponemos el voto electrónico, no solo para la juventud, sino para toda la población”, insistió, resaltando que esta modalidad es fundamental para conectar con las nuevas generaciones que se comunican digitalmente.
Esta propuesta surge en un momento crucial, ya que la discusión sobre la reforma electoral está generando un intenso debate en el país. La diputada enfatizó que es esencial replantear cómo se incluye a los jóvenes en la vida política, destacando que “la vida política, que también les pertenece, tendría que hablar su propio idioma”.
La historia de la edad para votar en México ha evolucionado a lo largo de los años. En 1968, tras la represión del Movimiento Estudiantil, el gobierno buscó recuperar la confianza ciudadana reduciendo la edad de 21 a 18 años, permitiendo que los jóvenes participaran activamente en la vida democrática del país. Esta modificación se implementó oficialmente a partir del 29 de enero de 1970, lo que amplió significativamente el padrón electoral y permitió a la oposición obtener más votos.
Con la propuesta de Ballesteros, se abre un nuevo capítulo en la política mexicana, donde la inclusión de los jóvenes podría transformar el panorama electoral. Las voces de los jóvenes son más cruciales que nunca, y la sociedad observa atentamente cómo se desarrollan estos debates y qué decisiones se tomarán en el futuro.
En las próximas semanas, será esencial seguir de cerca la discusión sobre esta propuesta y cómo podría impactar las elecciones venideras. La juventud, una fuerza vital en el país, está lista para hacerse escuchar y participar activamente en la construcción del futuro de México.
