El terremoto de magnitud 8.1 que sacudió Ciudad de México el 19 de septiembre de 1985 dejó una huella imborrable en la historia del país y cobró la vida de miles, entre ellos destacados personajes como el músico Rockdrigo González. Aquel día a las 7:19 a.m., la capital se paralizó ante el colapso de edificios y una tragedia sin precedentes.
Rodrigo González, también conocido como Rockdrigo, era un icono del Movimiento Rupestre, un género musical urbano que describía con crudeza la realidad cotidiana de la ciudad. Tenía 34 años y vivía con su pareja, la profesora francesa Françoise Bardinet, en el departamento 8 del edificio Bruselas, en la colonia Juárez.
Ambos murieron aplastados por los escombros mientras preparaban el desayuno. Sus cuerpos fueron encontrados días después por un amigo, pero desaparecieron cientos de canciones inéditas de su libreta personal. Su muerte se recuerda con la frase amarga: “murió de un pasón de cemento”, un sombrío reflejo del momento.
La tragedia no se limitó a Rockdrigo. En el mismo edificio y alrededores perdieron la vida varias figuras del arte y la cultura como Frederik Van den Stock, actor y mimo belga-mexicano, y el periodista Ernesto Villanueva Bustamante, jefe de información de Televisa Chapultepec, donde al menos 77 empleados murieron atrapados. Además, en la estación de radio XEW falleció en transmisión en vivo el locutor Félix Sordo.
El activista y escritor Heberto Castillo también fue víctima en un edificio de Tlatelolco, dejando una huella intelectual que trascendió la tragedia.
Sin embargo, hubo sobrevivientes con historias impactantes. El legendario actor Roberto Cobo, famoso por su papel en Los Olvidados, salió ileso del derrumbe del edificio Nuevo León en Tlatelolco, aunque perdió todas sus pertenencias. Años después declaró: “El sismo me enseñó la fragilidad de la vida”.
El conductor Xavier López “Chabelo” dormía en su casa de Polanco y no sufrió daños, mientras que el periodista Pedro Ferriz de Con logró evacuar a tiempo de Radio Fórmula y narró la emergencia en vivo, marcando un hito en el periodismo radiofónico del país.
Entre los relatos de supervivencia destaca el caso de Víctor Soto, huésped del Hotel Versalles, quien permaneció horas atrapado bajo los escombros hasta ser rescatado, convirtiéndose en un símbolo de resistencia y esperanza.
Legado cultural de Rockdrigo y el terremoto
La muerte de Rockdrigo impulsó la reedición de su trabajo y la publicación de discos póstumos gracias a su hermana Genoveva González. Su hija, Amandititita, heredó su vena artística y ha expresado públicamente el impacto profundo que ese día significó en su vida.
“Cada 18 de septiembre me empiezo a sentir extraña. Me cae una profunda tristeza… fue mi última noche de infancia”, escribió en 2022.
A 40 años del sismo, el legado de Rockdrigo sigue vigente. Su estatua en la estación Balderas y sus canciones recuerdan la voz de una generación que perdió la vida bajo los escombros, pero cuyo mensaje sigue resonando en la Ciudad de México.
Esta tragedia marcó un antes y un después en la historia de la capital, sacudió la conciencia social y evidenció la fragilidad de la infraestructura, además del impacto humano que ni las celebridades ni los ciudadanos pudieron evadir. El recuerdo de las víctimas y las historias de los sobrevivientes siguen presentes en cada aniversario del 19S.
Continuarán las conmemoraciones y reflexiones
Conforme avanzan los años, la tragedia del 19 de septiembre de 1985 sigue siendo un llamado urgente a la memoria colectiva. Las autoridades y la sociedad civil mantienen vivo el recuerdo para fortalecer los mecanismos de prevención y fomentar la resiliencia en la capital mexicana.
La memoria de figuras como Rockdrigo González y otros fallecidos es un testimonio del dolor, pero también de la esperanza y la cultura que surgió de las ruinas.































































