La historia de los Premios Óscar está llena de decisiones polémicas que desafían continuamente el gusto del público y la crítica especializada. Desde dramas coloniales hasta relatos sobre racismo y controversias detrás de bambalinas, estas películas ganadoras siguen generando debate intenso años después de recibir la codiciada estatuilla.
África Mía: Romance colonial premiado pese a críticas sociales
En 1986, África Mía (Out of Africa) se llevó el Oscar a Mejor Película, pero no sin controversia. La historia de Meryl Streep y Robert Redford, ambientada en la Kenia colonial, fue criticada severamente por su visión superficial y colonialista de África y su gente, especialmente por habitantes de Nairobi que denunciaron la imagen negativa y servil que mostraba la película.
La polémica aumentó porque El Color Púrpura de Steven Spielberg con 11 nominaciones, quedó sin premios, lo que para muchos evidenció la preferencia de la Academia por una historia más convencional y menos crítica. Este triunfo marcó una tendencia conservadora que aún se discute en círculos cinematográficos.
Paseando a Miss Daisy y la representación cómoda del racismo
El Oscar a Mejor Película 1990 sorprendió con la victoria de Paseando a Miss Daisy, una narración amable sobre la amistad interracial que evitó confrontar el racismo de forma directa. La ausencia total de nominaciones al director y la exclusión de obras más incisivas como Do the Right Thing de Spike Lee, le dieron un tinte polémico al premio.
Esta elección reflejó, para muchos críticos, la preferencia de la Academia por relatos cómodos y palatables, ignora el enfoque confrontativo sobre la discriminación racial que otros cineastas propusieron años antes y después.
Forrest Gump: El emotivo éxito que dividió a expertos y público
En 1995, Forrest Gump arrasó con seis premios Oscar, incluyendo Mejor Película y Mejor Actor para Tom Hanks. Sin embargo, su triunfo provocó debates intensos, especialmente al superar a Pulp Fiction, una película innovadora en guion y estilo que muchos consideraban la opción más arriesgada y revolucionaria.
La decisión fue interpretada como una inclinación hacia lo sentimental y tradicional, dejando en segundo plano las propuestas más audaces y rompedoras del cine estadounidense.
Shakespeare in Love: La influencia detrás de una victoria inesperada
La entrega del Oscar a Mejor Película 1999 fue escenario de una polémica por la victoria de Shakespeare in Love, que sorprendió a la industria al derrotar al favorito Rescatando al Soldado Ryan. Se reveló que Harvey Weinstein impulsó una agresiva campaña de promoción y cabildeo entre los votantes, incluso con rumores de desprestigio hacia la obra de Spielberg.
Aunque reconocida por su calidad, la controversia gira en torno a si su triunfo se debió más a maniobras de marketing que a un mérito artístico superior.
Crash y el rechazo a Brokeback Mountain que sigue vigente
En 2006, el drama racial Crash ganó el Oscar a Mejor Película en un resultado que varios vieron como un retroceso. La película derrotó a Brokeback Mountain, una historia pionera sobre una relación homosexual que había ganado múltiples premios previos.
Especulaciones apuntaron a prejuicios latentes en la Academia, prefiriendo un mensaje más conservador y digerible sobre el racismo, mientras Crash fue criticada por su representación superficial y estereotipada de las tensiones raciales.
Green Book: amistad premiada pero cuestionada por su relato sobre racismo
Uno de los casos más recientes es Green Book, que en 2019 ganó el Oscar a Mejor Película pese a críticas por usar el cliché del “salvador blanco”. La familia de Don Shirley, verdadero protagonista, denunció inexactitudes. Además, la Academia controversió al dejar fuera a BlacKkKlansman y Roma, filmes considerados con mayor profundidad artística y social.
Esta decisión reforzó la percepción de que el premio sigue favoreciendo a historias convencionales y seguras, dejando fuera voces más audaces y críticas.
Estas selecciones polémicas evidencian la compleja dinámica entre la Academia de Hollywood y el público global. Aunque los Óscar representan lo más alto del cine, las críticas reflejan tensiones sobre qué historias se valoran y cuáles quedan relegadas, manteniendo viva la conversación sobre el arte, la representación y el poder en la industria cinematográfica. Para México y el mundo, estas controversias siguen siendo un recordatorio de que la cultura y la historia en el cine están siempre sujetas a múltiples perspectivas.
