Una pareja argentina eligió un nombre único e inédito para su hijo de 1 año y 7 meses, dejando atrás opciones populares como Benjamín, el nombre más usado en Argentina desde 2009.
Noelia Kowaluk, de 21 años, y su pareja Matiás Ortíz enfrentaron una decisión difícil para nombrar a su primer hijo. Aunque Noelia prefería Benjamín, su pareja no estaba convencido y propuso alternativas como Eros o Iván, que Noelia descartó.
La sugerencia que cambió el rumbo: un nombre ruso único
La elección se definió gracias a una intervención inesperada del padre de Noelia, quien sugirió buscar un nombre ruso, relacionado con el origen familiar del apellido Kowaluk, de ascendencia rusa. En esa búsqueda encontraron Artyom, que significa “hombre sano”.
Ambos coincidieron en que este nombre único no solo rompía con las tendencias sino que también cargaba un significado especial. Al nombre Artyom le añadieron el segundo nombre Bastian y decidieron que el apellido materno fuera el primero en el registro para que el nombre completo sonara mejor: Artyom Bastian Kowaluk Ortiz.
Un nacimiento que sorprendió a la oficialía y a la familia
El pequeño nació el 16 de enero de 2024 en el Hospital Materno Infantil de San Isidro, y desde el primer momento su nombre causó sorpresa tanto en la maternidad como en el Registro Civil, donde nunca habían escuchado “Artyom”.
Aunque algunos familiares se mostraban confundidos y sugirieron nombres más accesibles, toda duda se disipó al conocer al niño, a quien describen como tranquilo pero con mucho carácter, un rasgo que heredó de la familia materna.
Desarrollo acelerado y crianza sin pantallas
Noelia destacó que, aunque Artyom fue un caminador tardío, su desarrollo verbal es asombroso: ya habla, cuenta hasta diez y pronuncia vocales con apenas año y medio. Esto, atribuye su madre, al hecho de que crece sin pantallas y recibe una estimulación cotidiana basada en juegos y atención personal.
Futuro y proyectos familiares
Actualmente la familia reside en Hurlingham, Buenos Aires. Noelia colabora con la economía familiar vendiendo productos de blanquería y planea retomar sus estudios en la Universidad Nacional de La Matanza (UNLAM), que pausó durante el embarazo.
Sin embargo, la pareja mantiene un debate abierto sobre tener más hijos, ya que Matiás ha decidido no querer más, planificando una vasectomía, mientras que Noelia desea una niña para ampliar la familia.
Contexto nacional e internacional de nombres infantiles
El caso de Artyom refleja una tendencia creciente en Argentina y otros países: padres que buscan nombres únicos que transmitan identidad, herencia y aspiraciones personales. Contrastando con nombres tradicionales como Isabella o Benjamín, cuyos registros dominan la base del RENAPER con cerca de 29,000 nombres inéditos, esta historia destaca por su originalidad y significado especial.
Para los padres mexicanas y mexicanos, esta tendencia puede resonar en la búsqueda de identidad y exclusividad que cobra fuerza también en México y Latinoamérica, donde los nombres cada vez más reflejan historias familiares y deseos personales más que modas pasajeras.
Esta historia sigue desarrollándose y genera interés sobre cómo la elección del nombre puede impactar en la identidad y el desarrollo de los nuevos nacidos.
