San Luis Potosí enfrenta un panorama complicado en su zona industrial, donde diversas empresas han implementado paros técnicos que van de cuatro días a tres semanas. Esta situación, que se acentúa en la segunda mitad de 2025, evidencia una desaceleración económica que impacta directamente en la producción de la entidad.
Según Daniel Escobedo Uribe, presidente estatal de la Asociación de Ejecutivos de la Gestión del Talento Humano de San Luis Potosí A.C. (Aderiac), estos paros son una práctica común en esta época del año, sin embargo, el entorno global ha intensificado la pausa en el crecimiento. “Normalmente la primera mitad del año es la que se mueve más y en la segunda se da una reducción en la actividad, pero ahora si nos está pegando un poco más”, explicó.
Perspectivas para el cierre de 2025
De acuerdo con Escobedo Uribe, el cierre de 2025 no presentará cambios significativos, ya que se espera un escenario de estabilidad sin crecimiento ni reducción. Las compañías están realizando ajustes en sus gastos internos, anticipando que un repunte podría llegar en los primeros meses de 2026. “Esperamos un pequeño incremento hacia enero o febrero del siguiente año; de aquí a diciembre se va a mantener igual”, señaló.
Un factor que genera expectativa entre los empresarios es la próxima revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). Este tratado podría tener repercusiones en el sector automotriz, uno de los más fuertes en el estado. Escobedo Uribe consideró que la negociación será compleja: “Estados Unidos tiene una agenda clara y México tendrá que ser muy decidido y valiente en lo que solicite”.
En caso de que se apliquen nuevos aranceles a las autopartes o vehículos, la producción podría verse afectada. Sin embargo, aclaró que no se prevé un escenario “catastrofista”, sino una disminución moderada en la actividad.
La situación económica en la zona industrial de San Luis Potosí requiere una atención cuidadosa por parte de las autoridades y empresarios, ya que estos paros técnicos no solo reflejan una desaceleración en la producción, sino también la necesidad de adaptarse a un entorno global cambiante.