Pemex dejará de aportar recursos y costará más de 1,900 pesos a cada mexicano en 2026
El Paquete Económico 2026 revela un cambio histórico en las finanzas públicas de México: Pemex dejará de ser fuente neta de ingresos para el gobierno y se convertirá, por primera vez en años, en receptora de subsidios directos. Según el análisis del economista Julio Brito A., cada mexicano tendrá que aportar alrededor de 1,960 pesos para sostener a la petrolera, mientras que esta apenas devolverá 1,731 pesos al erario, generando un saldo negativo de 230 pesos por habitante.
Este modelo genera una erosión en la confianza sobre la política fiscal, ya que el aumento en la recaudación no se traduce en mejoras para educación, salud o infraestructura, sectores estratégicos que están quedando rezagados. En cambio, los recursos se destinan principalmente a una empresa pública que atraviesa un declive productivo.
Un giro preocupante en el manejo financiero
El economista Julio Brito A. advierte que esta situación compromete la credibilidad del gobierno y la sustentabilidad financiera del país. Los esfuerzos para recaudar más impuestos no mejoran los servicios públicos básicos y, en cambio, alimentan un modelo que subsidia una empresa con problemas estructurales evidentes.
Además, existe un riesgo importante: mientras se destina más dinero a Pemex, se postergan inversiones clave en sectores sociales y en infraestructura que podrían impulsar la productividad del país. Esto representa un peligro para el desarrollo económico a largo plazo y para el bienestar social.
Presupuesto federal estrangulado por gastos obligatorios
La presión fiscal se intensifica aún más, ya que para 2026 tres de cada cuatro pesos del presupuesto federal estarán comprometidos a gastos obligatorios, como pensiones, transferencias a estados e intereses de la deuda. Esto dejará solamente un 25% de flexibilidad presupuestal para rubros clave como salud, educación, seguridad y desarrollo.
El costo por mexicano en estas obligaciones llegará a 48,732 pesos, más del triple de lo destinado a servicios esenciales que asciende a 17,195 pesos por persona. En este contexto, el margen fiscal para nuevas inversiones se estrecha peligrosamente y aumenta la necesidad de financiarse con más deuda.
Economía mexicana se contrae y presiona al presupuesto
La caída económica también impacta las finanzas públicas. Datos recientes del INEGI muestran que la economía mexicana se contrajo 1.2% anual en julio, con desplomes en el sector primario (-12.2%) y secundario (-2.8%), mientras que los servicios crecieron apenas un 0.4%. El Indicador Global de Actividad Económica retrocedió 0.9% en comparación mensual, la peor caída desde abril de 2024.
El banco Banamex advierte que el crecimiento acumulado de enero a julio fue solo del 0.1%, muy por debajo del 2.2% logrado en el mismo periodo del año pasado. Con la desaceleración de Estados Unidos, la incertidumbre interna y las elevadas tasas de interés, la expectativa para 2025 es de un crecimiento marginal del 0.4%, prolongando el estancamiento económico.
Relevancia para la ciudadanía y próximos pasos
Estos hechos colocan a la ciudadanía en el centro de un debate crucial: el país debe decidir si continúa subsidianado a Pemex, una empresa con resultados decrecientes, o si impulsa un cambio hacia una transición energética y fiscal que permita liberar recursos para el futuro.
El gobierno tiene poco margen para maniobrar, con gastos crecientes y una economía que muestra señales preocupantes. La ciudadanía debe estar atenta a las discusiones presupuestales y a las decisiones que impactarán el rumbo económico y social de México en los próximos años.