La pérdida de audición en perros es un problema más común de lo que se cree, especialmente en aquellos de edad avanzada. Con frecuencia, los dueños no logran identificar esta condición hasta que ya es demasiado tarde para tomar medidas preventivas. Detectar a tiempo la sordera en nuestras mascotas nos permite mejorar su bienestar, adaptar su entorno y prevenir accidentes innecesarios.
Si bien este problema suele asociarse al envejecimiento, existen otras causas físicas que pueden desencadenar la sordera en los perros. Entre ellas se encuentran la otitis crónica, las infecciones mal tratadas, los traumatismos en la cabeza e incluso la exposición a ruidos intensos como fuegos artificiales. Factores genéticos también pueden jugar un papel crucial.
Identificando las señales de sordera canina
Uno de los indicios más evidentes de que un perro podría estar perdiendo la audición es un cambio en su nivel de actividad. Al no recibir estímulos sonoros, es común que el animal se vuelva más pasivo, duerma más horas y muestre menos interés en jugar o interactuar. Además, puede dejar de reaccionar a sonidos que antes lo estimulaban, como juguetes o el timbre de la puerta.
Otro signo importante es la falta de respuesta a su nombre, órdenes simples o sonidos familiares como el ruido de llaves. Muchos dueños lo interpretan como desobediencia, pero en realidad podría ser una señal temprana de sordera. Un truco sencillo para comprobarlo es hacer un ruido fuera de su vista, como aplaudir. Si el perro no reacciona, es recomendable consultar con un veterinario.
Los animales que no oyen bien también tienden a sobresaltarse más fácilmente, ya que no anticipan los movimientos a su alrededor. Esto es evidente cuando alguien los acaricia por detrás o si otro animal se les acerca sin previo aviso sonoro. Además, si la sordera es causada por problemas físicos como la otitis, el perro puede sacudir la cabeza, rascarse las orejas con insistencia o evitar que lo toquen en esa área. La presencia de mal olor o secreción oscura es una señal para acudir al veterinario de inmediato.
Mejorando la calidad de vida de un perro sordo
Una vez identificado el problema, es crucial adaptar el entorno del perro para que se sienta seguro y cómodo. Mantener una comunicación visual constante y entrenarlo con señales manuales puede ayudar significativamente. Además, es importante evitar exponer al perro a situaciones que puedan generarle estrés o ansiedad debido a su discapacidad auditiva.
La sordera en perros no solo afecta su audición, sino también su calidad de vida y la relación con sus dueños. Por ello, estar atentos a las señales y actuar a tiempo es vital para garantizar su bienestar y asegurar que sigan siendo parte activa y feliz de la familia.