ACTUALIZACIÓN URGENTE: La reciente tregua política entre el presidente Gustavo Petro y la vicepresidenta Francia Márquez ha dado un giro significativo con la asignación de $1.1 billones para la Vicepresidencia en el proyecto de presupuesto de 2026, en un contexto de creciente tensión y recortes presupuestales.
Este acuerdo, logrado tras meses de desacuerdos internos en el Ejecutivo, busca estabilizar el gobierno y definir el margen de acción de Márquez en la recta final de su mandato, según reporta El Espectador. La cifra de $1.1 billones se convierte en el eje central de la reconciliación entre la Casa de Nariño y la Casa Vicepresidencial, con compromisos claros de evitar nuevos episodios de “fuego amigo” en el último tramo del “Gobierno del cambio”.
El presupuesto general propuesto de $556.9 billones para 2026 aún depende de una reforma tributaria de $26 billones, lo que añade una presión considerable a las negociaciones. Este acuerdo se produce en un momento crítico, ya que el país se aproxima a un año preelectoral, donde las promesas de estabilidad son cruciales.
Las tensiones entre Petro y Márquez se intensificaron tras la crisis del Ministerio de Igualdad, que Márquez lideró hasta su salida en febrero de 2024. La disminución de su poder político ha sido evidente, reflejada en la reducción drástica del presupuesto asignado a la Vicepresidencia: de $50.000 millones en 2023 a apenas $16.927 millones para 2025.
Recientemente, Márquez solicitó formalmente un aumento presupuestal para 2026 en una reunión clave con el ministro de Hacienda, Germán Ávila, y la directora del Departamento Administrativo de la Presidencia, Angie Rodríguez. La decisión final sobre la cantidad que recibirá la Vicepresidencia recae en el presidente Petro, quien debe equilibrar prioridades sociales con un presupuesto desfinanciado.
Este marco normativo, definido por el decreto 1188 de 2024, asigna a Márquez la coordinación de acciones para implementar soluciones de agua potable y saneamiento en el litoral Pacífico, así como la formulación de políticas de desarrollo integral en la región. En línea con sus responsabilidades, ha anunciado gestiones por $2.4 billones en obras para Chocó, Valle del Cauca y Cauca, aunque estos recursos son gestionados por entidades nacionales y no se asignan directamente a la Vicepresidencia.
La reciente reunión del 13 de agosto con el ministro Armando Benedetti marcó otro hito en la relación entre Petro y Márquez, donde se discutieron temas clave como la reglamentación de la Ley 70 y el capítulo étnico del Acuerdo de Paz. Se acordó que el último año de gestión de la Vicepresidencia se enfocará en el Pacífico colombiano.
A pesar de los desafíos, Márquez ha redirigido sus esfuerzos hacia iniciativas que marcaron el inicio de su mandato, buscando fortalecer vínculos diplomáticos y comerciales, especialmente con países africanos. Sin embargo, sus misiones internacionales han generado controversias y críticas respecto al uso de recursos.
La situación actual destaca la fragilidad del equilibrio político en Colombia, donde el aumento de fondos para la Vicepresidencia es solo una parte de un panorama más amplio de tensiones y reconfiguraciones en el gobierno. La atención ahora se dirige hacia cómo se desarrollarán estas negociaciones en las próximas semanas y qué impacto tendrán en el futuro político del país.
