Los principales partidos políticos del País Vasco están enfrascados en un debate político y social sobre la memoria de Juan Paredes ‘Txiki’ y Ángel Otaegi, miembros de ETA fusilados hace 50 años durante el franquismo. El PNV y el PSE-EE defienden a estas figuras como víctimas del régimen franquista, pero rechazan cualquier intento de “romantizar” o justificar la violencia terrorista de ETA, según declaraciones ofrecidas este jueves en el programa Parlamento en las Ondas de Radio Euskadi, reportadas por Europa Press.
Víctimas del franquismo, no héroes del terrorismo
El portavoz parlamentario de EH Bildu afirmó con contundencia que tanto Txiki como Otaegi son “víctimas del franquismo” y que así ha sido reconocido por el Gobierno Vasco. Sin embargo, se mostró firme en insistir en que este reconocimiento no debe aprovecharse para justificar o romantizar el terrorismo de ETA.
“Es visible que hay formaciones políticas que tratan de romantizar el terrorismo de ETA, eso es inadmisible y hay que contextualizar”
El debate se intensificó tras la aparición reciente de pancartas con el logo de ETA en el campus universitario de Leioa, Bizkaia, un hecho que fue calificado de “muy triste” y preocupante por representantes del PNV y EH Bildu. Enfatizaron la necesidad de aprovechar estos homenajes para educar una memoria crítica hacia el terrorismo y evitar su repetición.
Polémicas y confrontaciones directas en el Parlamento Vasco
En el mismo debate, Nerea Kortajarena, parlamentaria de EH Bildu, expresó la frustración de las familias de las víctimas por la falta de reconocimiento durante cinco décadas. Defendió que Txiki y Otaegi deben ser reivindicados como referentes de la lucha antifranquista y alertó sobre el aumento del “autoritarismo y la ultraderecha” en la región.
Por su parte, Ekain Rico del PSE-EE rechazó la visión de Kortajarena y subrayó la importancia de no perder de vista que ambos formaron parte de ETA Político Militar, y aunque víctimas del franquismo, también cometieron delitos violentos que no se pueden justificar ni ensalzar.
“Sus juicios fueron una farsa y hay que reconocerlos como damnificados, pero no pueden ser homenajeados ni usados como referentes porque recurrieron a la violencia”
Rico instó a dejar claro que la lucha antifranquista no puede confundirse con la glorificación de la violencia terrorista, y advirtió que negar esta distinción significa no comprender los derechos humanos básicos.
PP urge a recordar “crímenes” y rechaza homenaje a terroristas
El parlamentario del PP, Santiago López, calificó aquellos tiempos como “oscuros” y defendió que la violencia de ETA fue un capítulo nefasto en la historia vasca, que terminó cuando la izquierda abertzale decidió dejar las armas. Insistió en que aunque la pena de muerte no debió aplicarse, los crímenes cometidos por Txiki y Otaegi, incluidos asesinatos de civiles inocentes, no pueden ser olvidados ni ocultados.
“Txiki y Otaegi jamás podrán ser considerados gudaris ni revolucionarios porque solo generaron terror y ruptura social”
López cuestionó además la elección de referentes violentos por parte de la izquierda abertzale, comparándolos con figuras históricas controversiales y rechazó cualquier intento de convertirlos en símbolos positivas.
Condena explícita al terrorismo y controversias cruzadas
En la réplica, los miembros de EH Bildu reiteraron la condena al terrorismo de ETA y reprocharon las acciones ilegales del GAL, provocando tensiones con los socialistas. La discusión evidenció la profunda fractura entre los partidos respecto a la memoria histórica y la interpretación del pasado violento en Euskadi.
Este debate llega en un contexto social tenso, marcado por la aparición de símbolos favorables a ETA y un fuerte rechazo social en varias comunidades, incluyendo recientemente en México, donde se ha observado interés por los procesos de reconciliación y memoria en sociedades postconflicto como la vasca.
Las instituciones vascas seguirán bajo presión para equilibrar el reconocimiento de las víctimas del franquismo con la condena irreversible a la violencia terrorista, en un esfuerzo por evitar que se repitan hechos que marcaron dolorosamente la región.
